Pacquiao se retiró con un aplastante triunfo y ahora va por el Senado de su país: así dejó a su rival

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Que sí, que no, que tal vez. El boxeador filipino Manny Pacquiao obtuvo una contundente victoria sobre el estadounidense Tim Bradley, en la que fue, según él había anunciado, su última pelea profesional tras 21 años en los cuadriláteros. Sin embargo, el púgil, de 37 años, dejó la puerta abierta para un posible regreso.

Pacquiao, que peleó por primera vez desde su derrota ante Floyd Mayweather el año pasado en la llamada «Pelea del Siglo», derribó a Bradley dos veces en camino a una cómoda decisión unánime. Los tres jueces en la arena MGM Grand Garden le dieron al filipino sendas tarjetas de 116-110.

«A partir de ahora estoy retirado», dijo el experimentado púgil, ex campeón en ocho divisiones, cuando finalizó la pelea, la N°66 de su carrera. Aunque luego aclaró: «Voy a ir a casa y pensaré en eso, pero quiero estar con mi familia y quiero servir a la gente». ¿Volveremos a ver a Pacquiao sobre un ring.

La pelea. El enfrentamiento entre Pacquiao y Bradley, correspondiente a la categoría de peso welter, se realizó sin títulos en juego. Fue una pelea revancha, ya que el norteamericano había sorprendido al filipino con una controvertida victoria por decisión dividida en 2012, antes de perder la revancha dos años más tarde.

El portavoz del presidente filipino Benigno Aquino, Herminio Coloma, dijo que el boxeador enorgulleció a la nación asiática con su triunfo el sábado en Las Vegas. Pero ahora comenzará la preparación para su nuevo combate… en las urnas.

Él ya es rico, y no tiene que ser corrupto. Hay que darle una oportunidad, hay mucha gente a la que puede ayudar

El púgil peleará en las elecciones del 9 de mayo por un escaño de Senador, en la lista del partido opositor UNA. La cuestión es hasta qué punto capitalizará su popularidad como boxeador.

Una empleada municipal, Gigi Gallardo, de 43 años, dijo que seguirá a Pacquiao a nivel político al igual que lo hizo a nivel deportivo durante estos años. «Él ya es rico, y no tiene que ser corrupto. Hay que darle una oportunidad, hay mucha gente a la que puede ayudar», dijo a la AFP.

Para sus detractores, Pacquiao ha tenido un mediocre desempeño como diputado en el Congreso, donde se ha perdido muchas sesiones. Aunque según el politólogo Ronald Holmes, los votantes no se fijarán mucho en eso. «El público le da mucha más importancia a su rendimiento como boxeador que a su desempeño en su circunscripción» del Congreso, asevera.

Según las encuestas, el filipino alcanzará su propósito a pesar de la polémica que generó con sus últimos comentarios sobre los homosexuales.

La Nación

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