Tras un nuevo terremoto que azotó el pueblo de México, el padre Alberto Villaseñor se refirió con angustia y dolor de la situación que se vive en su tierra natal y reflexionó a cerca del mensaje que está queriendo dar Dios.
En diálogo con LA BANDA DIARIO, el actual sacerdote de la parroquia Santiago Apóstol- señaló: «Lo estoy viviendo con mucha preocupación, es mi nación, es mi gente, me duele mucho lo que está sucediendo allá».
«Me preocupa las familias necesitadas -continuó- las que con mucho sacrificio pudieron hacer una casita pequeña y ahora se quedaron sin nada. Me causa dolor aquellos que perdieron integrantes de su familia, es realmente desesperante y no me imagino estar en su lugar. Que triste debe ser esa experiencia de perderlo todo».
Asimismo expresó: «Lo he reflexionado y haciendo una teología del aquí y el ahora me quedé pensando sobre qué nos quiere decir Dios con esto y muchos pueden señalar que es la madre naturaleza, pero sabemos bien que no se mueven las hojas de los árboles sin la voluntad de Dios».
«A mi me llama la atención como los judíos, el pueblo de Israel, siempre ante cualquier catástrofe hace una teología del momento, o sea hace una interpretación de qué nos quiere decir Dios con esto. Soy muy honesto, en México hay mucha corrupción, hay mucha maldad de parte de las autoridades que imparten justicia, hay una falta de defensa de la dignidad y la vida de las personas y todo esto nos hace pensar a los católicos que hay una necesidad de cambio, nuestra nación no está bien y esta es una llamada de atención de parte del Señor, es como un regaño de parte del papá para con los hijos».
«No hemos querido escuchar la voz de Dios en las palabras más sutiles entonces nos sacude y nos dice despierten no estoy contento con esto que está sucediendo aquí».
Al consultarle sobre si tiene información sobre su familia, el sacerdote contó que en la jornada del martes se pudo comunicar con ellos y que se encuentran bien.
«En la zona donde vive mi familia y la Diócesis de San Juan de Los Lagos están muy excenta de cualquier desgracia, gracias a Dios están bien dado que el epicentro del sismo está entre 700 y 800 km de donde están, no afectó nada en la Región de los Altos, Jalisco.
Finalmente se le consultó sobre el padre Álvaro Iñiguez Barba quien recientemente dejó su labor pastoral en La Banda para retomarla en su México natal. «El se encuentra bien, está con su familia y con proyectos de estudiar una maestría en Economía para ayudar a la Diócesis».
