Padre Cuello: «Ver una persona embarazada, es ver el amor de Dios por nosotros»

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Como todos los 15 de cada mes, este sábado en la Capilla de Santa Rita ubicada en el barrio Ramos Taboada (perteneciente a la jurisdicción de la parroquia Cristo Rey), se desarrolló la Fiesta Mensual en honor a Nuestra Señora de la Dulce Espera. En la oportunidad el padre Gastón Cuello invitó a los fieles a dejarse transformar por el amor de Dios y ser luz para todos los hermanos.

La Celebración Eucarística comenzó con el ingreso procesional de la imagen de la Madre de Dios, bajo la advocación de la Dulce Espera.

Tras las lecturas correspondientes, el padre Cuello señaló, «ante el don de la vida, es para callar; al ver una persona embarazada es como ver la transfiguración del Señor, es ver el amor del Señor por nosotros. Uno quiere decir palabras, decir algo, pero sólo callamos como hacen los discipulos o saltan las lágrimas, porque no llegamos a dimensionar el amor de Dios por nosotros».

Por otra parte el párroco de Cristo Rey sostuvo, «el nacimiento de una persona y la muerte, son los dos misterios de Dios, nos enfrentamos a estos dos extremos de la vida. El Seños siempre habló de esto con los apóstoles y lo hace también con nosotros, en el caminar de la vida, en el sufrimiento, en las dificultades, en las tempestades, en las cruces que debemos llevar, pero siempre en el caminar de la vida se va manifestando».

Más adelante añadió, «en la lectura de este domingo, el Señor se manifiesta. Los discípulos lo ven resplandciente, con una luz, con la blancura que sólo da la santidad. Lo ven en su Gloria total»

«Nosotros estamos llamados a la Santidad. En nuestro camino en la vida, desde que estamos en la panza, hasta llegar al final debemos ser luz. No tengamos miedo por todo lo que vamos pasando; los altibajos que tenemos significa que estamos vivos, cuando eso no sucede es porque ya no hay vida», expresó el presbítero.

Gastón Cuello aifrmó, «la meta definitiva de nosotros es estar junto a Dios, esta es la esperanza de nosotros. No le tengamos miedo a la muerte. Estamos muy aferrados a este mundo; pero este es un peregrinar, somos caminantes, vamos hacia Dios».

Más adelante indicó, «Dios nos dice salgan de su tierra, porque él nos dará otro lugar que es estar junto a él. Somos ciudadanos de este lugar, pero nuestro lugar definitivo es estar junto a Dios. Hay que trabajar, vivir para ir ahí, y lo haremos escuchando a Jesús».

Finalmente el sacerdote invitó a los fieles a tener un encuentro con Jesús, «en la oración, para que no nos aferremos tanto a esto; es lindo, vale la pena, pero mi lugar definitivo es allá, esa es mi herencia, es estar junto a Dios».

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