En la jornada de este jueves, la comunidad católica de la ciudad de La Banda comenzó a vivir el Triduo Pascual, el cual dio inicio con la conmemoración de la Última Cena del Señor, en donde Jesús instituyó la Eucaristía, el Sacerdocio y el mandamiento del amor y de la caridad. El padre Gastón Cuello de la iglesia Cristo Rey instó a los fieles, «a salir renovados de estas Pascuas y podamos amar un poco más».
Tal como estaba previsto, la comunidad de la parroquia Cristo Rey tuvieron su celebración Eucarística en la Capilla San Cayetano (ubicado en el barrio Villa Raquel).
En la oportunidad el párroco indicó, «que lindo, que lo hagamos en esta capilla y estemos celebrando la Última Cena del Señor, donde instituyó la Eucaristía, el sacerdocio y también el mandamiento del amor, el mandamiento de la caridad».
Seguidamente destacó, «además tiene un signo que es el lavatorio de los pies. Jesús no tiene miedo, Jesús se hace uno más y se agacha, va a lo más bajo que podemos caer cada uno de nosotros. Nosotros tenemos tanta vergüenza de nuestros pecados, limitaciones, pero él nos quiere purificar, limpiar, y también nos quiere comprometer a cada uno de nosotros a trabajar por el reino, hacer lo mismo que él hizo».
El sacerdote consignó, «los que estaban sentados en la mesa no eran lo mejor que había en ese momento; entonces a mí también me ha elegido no porque sea lo mejor, sino porque cree en mí, espera en mí, espera en cada uno de ustedes, podemos dar mucho más».
«Podemos mucho más amor. Que cada Pascua nos ayude a nosotros hacer lo que hemos escuchado en el evangelio. Amó a los suyos hasta el fin, hasta el extremo. ¿Somos capaces de amar a partir de esta semana santa, un poquito más?. Cuanta alegría tendré el Señor, porque vamos amar un poco más y nos vamos haciendo más semejante a él», sostuvo el presbítero.
Por otra parte manifestó, «el sacerdote no puede hacer todo, si no tiene un grupo de personas. No podemos solos, por eso Jesús tuvo un grupo de discípulos que lo ayudó. Nosotros somos los continuadores de la magnifica obra del Señor. Pero no es nuestra fuerza, sino la del Señor, la gracia del Señor que nos impulsa, que nos ayuda hacer todas estas cosas. Es la gracia de Dios, la fuerza de Dios».
Gastón Cuello también expresó, «nos debemos ayudar en la caridad, en la ayuda material del hermano más necesitado. Como comunidad debemos estar más atentos; a un paso de la capilla, de la comunidad, hubo hermanos que perdieron la vida de manera trágica, nosotros debemos acompañarnos, debemos estar».
«Duele cuando escuchamos que hacía tal o cual cosa y podía terminar como terminaron, no estamos para eso, estamos para contener, para compadecernos como hizo el Señor. El Señor está ayudando en el dolor y en el sufrimiento. Por qué vamos a juzgar. Pablo decía llorar por el que llora, reír por el que ríe», añadió.
Finalmente expresó, «pidamos para que nosotros podamos amar un poco más, pero en serio, también los invito a que de estas Pascuas salgamos renovados, y podamos amar un poco más».
Lavatorio de pies
Tras la homilía, el párroco realizó el gesto del lavatorio de los pies, fue un momento de mucha emoción para las personas que participaron.
Luego de la celebración Eucarística, el sacerdote tomó el Cuerpo de Cristo y lo colocó en un altar especialmente preparado, donde se desarrolló la adoración.