En la fiesta mensual en honor a Nuestra Señora de la Dulce Espera, el padre Gastón Cuello realizó un fuerte llamado a la defensa de la vida. Criticó duramente a «ellos» -en clara referencia a los políticos- y no dudó en llamarlos «falsos». A la vez agregó, «se van a meter en medio del pueblo, algunos que van a parecer que tienen piel de cordero, pero son unos demonios por dentro».
Como se recordará hace unos días atrás, la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de Ley para legalizar el aborto. La iniciativa ya está siendo analizada en el Senado y se prevé su tratamiento el próximo 29 de diciembre.
En este contexto el párroco de la iglesia Cristo Rey, aprovechando la fiesta en honor a la Virgen de la Dulce Espera pidió a los fieles ser «defensores de la vida».
«Muchos vienen a pedirle a la Madre de la Dulce Espera para que los acompañe para que puedan desarrollar su embarazo de manera normal y algunas buscando quedar embarazadas. Qué ironía la actitud de muchos de nuestros representantes que directamente quieren eliminar la vida«, empezó su reflexión.
Más adelante añadió, «realmente unos pidiendo y otros queriendo eliminar, qué cosa ilógica, querer eliminar la vida; cuando hay muchos y todos que están ahí que como María sus madres dijeron que si al don de la vida».
Con una voz firme el presbítero afirmó, «nunca están dadas las condiciones óptimas para que un ser humano pueda venir, quién de sus padres, quién de sus abuelos tenían todo para decir yo voy a tener hijos porque tengo todo. Nadie, nadie de ustedes han tenido, se fueron haciendo a medida que fueron teniendo sus hijos. No me pueden decir que porque no están dadas tal o cuales condiciones no tendrán hijos. Aquí hay gente con mucha tristeza, pidiendo poder adoptar. Por qué nos cerramos al don maravilloso de la vida«.
A la vez criticó duramente a los representantes del pueblo, «qué vamos a celebrar el 24 de Diciembre, el nacimiento de Jesús. Y quiénes serán los primeros en levantar la copa para brindar, ellos, ellos. Falsos, falsos. Se van a meter en medio del pueblo, algunos que van a parecer que tienen piel de cordero, pero son unos demonios por dentro, porque hacen caso a otros y no escuchan al Señor».
«No sólo critiquemos sino defendamos toda vida, porque no sólo la que está en el seno de una madre es una vida importante. Desde ese momento hasta el último momento», sostuvo Cuello.
Sobre el final de la homilía el sacerdote instó a los fieles tener gestos de amor, «de cercanía, de defensa de la vida. Somos parte del plan de Dios. Somos administradores de la vida, estamos para cuidarla. Por eso tenemos que ser defensores de los que no tienen voz. No sólo los niños por nacer. Nosotros nos tenemos que parecer a Él; tenemos que ser coherentes en nuestras vidas».