En el marco de las fiestas patronales en honor a Cristo Rey, seguimos conociendo parte de la historia de la parroquia. En esta ocasión el padre Juan Castro Zavalía contó su paso por la comunidad bandeña, «en Cristo Rey me encontré con una comunidad que trabaja y ayuda al párroco», así lo expresó el presbítero que permaneció en ese lugar por más de una década.
En diálogo con LA BANDA DIARIO el padre Juan Castro Zavalía recordó, «llegué a la parroquia el 28 de febrero del 2004. Monseñor Maccarone me designó párroco y ese día me hice cargo en la misa de la noche. Anteriormente estuve en Sagrado Corazón de Jesús de La Banda; Inmaculada Concepción de la ciudad de Frías; Villa La Punta; Catedral«.
En Cristo Rey permaneció 12 años, «desde el 2004 hasta el 2016, cuando me detectaron cáncer y me fui a Buenos Aires; allí me quedé un año entre el cáncer y el transplante de médula. Cuando regresé estaba como administrador parroquial el padre Roberto Butler. De ahí me trasladaron a la Catedral (2017)».
Con respecto a la comunidad el sacerdote expresó, «es una comunidad enorme. Era una parroquia viva, una parroquia que siempre estaba abierta mañana, tarde, todos los días. El cura podía descansar tranquilo, porque siempre había gente que hacía las cosas; la fiesta que fuera siempre había gente disponible. Fue una etapa extraordinaria porque me acompañaron durante toda mi tarea. En Cristo Rey me encontré con una comunidad que trabaja y ayuda al párroco».
Construcción del Sagrario
Durante su misión pastoral, se construyó el nuevo Sagrario. «Donde está ahora el Sagrario, antes había un depósito de cosas que no servía para nada. Y me parecía, estoy convencido, de que el Sagrario con el Altar tienen que ser el centro».
Agregó, «no había un espacio para hacer una capilla específica del Santísimo; entonces hicimos un lugar bonito, con altar de mármol, con escalinatas, con un sagrario de bronce. Cristo tiene que tener el mejor lugar, es el dueño de la casa, entonces lo mejor para Dios«.
Además de esta obra también se procedió a refaccionaron todas las paredes, el machimbrado que tenía. «También hicimos ciclos culturales. Recuerdo que venía el Coro de La Banda con el profesor Mariano Valladares; cursos dictados por distintas personalidades como por ejemplo el padre Alfredo Sáenz, un Jesuita de Buenos Aires».
«Hicimos actividades culturales, espirituales y materiales que siempre contaron con el acompañamiento de la comunidad. Incluso se presentó un libro de Lucy Nader sobre Ejercicios Espirituales y participaron los sacerdotes Gordillo, Montenegro, Julián Cuevas y claro está quien habla.», precisó el presbítero.
Mientras estuvo al frente de la comunidad, se inauguró la Capilla de Santa Rita ubicada en el barrio Ramos Taboada, «cuando llegué a Cristo Rey, la capilla funcionaba en la casa vieja; y se trabajó mucho para finalizar la construcción de la capilla. Esta fue inaugurada por Monseñor Polti. Fue una satisfacción, fue muy lindo».
«Recuerdo que el día de la inauguración estábamos esperando a monseñor. Me encontraba en la Sacristía acompañado por Trullenque (encargado de la capilla) y el obispo Polti no llegaba. En realidad él -por el prelado santiagueño- estaba sentado en una silla confesando a la entrada de la capilla, y nadie lo había visto, no se hizo notar. Fue un día de mucha alegría», rememoró.
Formación
En otro orden de cosas el padre Juan contó que de niño concurrió a un colegio religioso, de los Hermanos Maritas cuyo lema era ´Todo a Jesús por María´. Por lo tanto la devoción a la Virgen la tengo desde chico. Cualquier devoción aprobada por la iglesia tenía mi apoyo». Es así que colaboró con un grupo de mujeres para difundir la devoción a Nuestra Señora de la Dulce Espera.
«Incluso con la Cofradía de la Virgen del Rosario de San Nicolás, en más de una oportunidad trajimos la imagen a la ciudad de La Banda», remarcó.
Consultado sobre qué significa la Virgen María en su vida señaló, «es la Madre que nos cuida, que nos guía, que siempre nos dice hagan todo lo que él les diga, enseñandonos a obedecer la voluntad de su hijo. Estar en las buenas y en las malas, está en la anunciación y al pie de la cruz. El cristiano tiene que estar firme junto a Cristo en las buenas y en las malas y María es un ejemplo de ello. La Virgen es modelo, maestra de vida cristiana».
El padre Juan Castro Zavalía dejó un mensaje a la comunidad, en este tiempo de la Fiesta Patronal de Cristo Rey: «En los momentos difíciles tenemos que apoyarnos en Dios, tenemos que buscarlo todos los días de nuestras vidas, pero cuando uno está necesitado y afligido es necesario aferrarse más y no apartarse. Buscarlo a Dios, ponerse en sus manos, mucha oración; el que es médico tendrá su trabajo específico atendiendo a los enfermos; los que no somos médicos acompañando el dolor del otro; todos tenemos que colaborar en este momento».
«Todos debemos rezar para que esta peste termine rápido y volvamos a desarrollar nuestras actividades laborales y familiares, sociales como las que tenemos que vovler hacer, y para hacer debemos fortalecenos en la oración. Somos humanos y tenemos la tendencia a desalentarnos, a caer y ahí debe estar presente Dios para sosternos con la fuerza que los humanos no tenemos«, concluyó el presbítero.