La comunidad parroquial de Nuestra Señora de Lourdes celebró la fiesta en honor a su patrona con el lema «De la mano de María construimos una comunidad de hermanos».
La celebración eucarística, presidida por el padre Omar Díaz, se inició luego de realizada la procesión por las calles adyacentes a la parroquia. En la ocasión se hizo presente una importante cantidad de fieles que quisieron venerar a nuestra Madre María.
En su homilía, el sacerdote destacó: «Es importante tener un corazón capaz de agradecer como el de María, un corazón humilde que se pone al servicio cuando Dios lo requiere, un corazón que está dispuesto a vivir en la humildad y desde allí ha emprender un camino de conversión y crecimiento para asemejarnos más a Jesús».
Asimismo el padre Omar indicó: «Es importante que podamos rezar como hermanos, vivir en la presencia de Dios, que podamos invocar a María; que anhelemos la conversión y que procuremos estar atentos a los más necesitados, especialmente los enfermos y los pobres».
«En el mensaje de la Virgen de Lourdes al manifestarse a Santa Bernardita nos pedía Oración, Conversión y Ocuparnos de los pobres y enfermos. Propone este camino como una meta para vivir el evangelio porque ella misma lo ha experimentado. Fue una mujer orante desde la cuna. María aprendió a rezar, a escuchar la palabra, a acompañar a Jesús con su oración de madre y de discípula;fue la primera testigo de la resurrección».
También destacó que, «rezar nos mantiene en comunión con Dios y nos ayuda a pulir nuestras diferencias para que la conviencia en nuestro hogar y sociedad sea pacífica y a la altura del evangelio donde podamos aprender a escucharnos desde el respeto y la valoración de cada uno. Desde esa convivencia fraterna debemos animarnos a construir una comunidad de hermanos, una sociedad, una patria con una mayor equidad sin que existan hermanos sufriendo el día a día, no sólo por la falta de bienes materiales sino lo que conlleva el dolor, sufrimiento y la impotencia de no poder tener lo necesario para llevar a su hogar».
«Construyamos una comunidad de hermanos -prosiguió- animémonos a escucharnos, a trabajar juntos, a orar unos por otros. También apostemos a la conversión tratando de pasar de hacer lo que es bueno a buscar siempre lo que agrada a Dios. Procuremos sacar lo mejor de Dios en nuestra vida para compartirlo con nuestros hermanos. No nos conformemos con ser un buen cristiano, seamos lo mejor desde las claves del evangelio para asemejarnos a él. No se cansen de hacer el bien, seamos discípulos y misioneros».
Finalmente exhortó a trabajar por los pobres y los enfermos. «Esa es una tarea de todo cristiano; quien tiene un corazón semejante a Jesucristo tiene la sensibilidad para no dejar pasar de largo a alguien que está necesitando de una mano tendida. ¿Cuantos venimos a buscar consuelo en María? Nosotros por la fe sabemos que podemos acudir a Dios y a nuestra Madre, pero hay tantos hemanos nuestros que no tienen esa posibilidad porque nadie los ha acercado y es allí donde tenemos la tarea de llevar el consuelo, la ternura y la misericordia de Dios, especialmente a los enfermos».
«Dejemos que el Señor nos toque el corazón, que podamos sentirnos enviados por María Santísima, no dejemos de rezar, de procurar ser los mejores ante Dios y sobre todo seamos una comunidad que sirve a los más necesitados».
Durante la celebración también destacó el camino transitado durante la novena, donde se ha buscado profundizar a cerca del seguimiento de Jesús que invita a vivir como hermanos y a construir la fraternidad.
En ese contexto agradeció a la comunidad por su compromiso en cada actividad, convocándolos a seguir trabajando por una sociedad más justa siempre acompañados de María.