«Una comunidad puede estar muy tranquila, que le vaya bien. Pero no está en armonía. Una vez he oído decir de un obispo una cosa sabia: ‘En la diócesis hay tranquilidad. Pero si tú tcas este problema, o este problema, o este problema, inmediatamente se desencadena la guerra’», explicó.
«Una armonía negociada sería ésta, y ésta no es la del Espíritu. Es una armonía, digamos, hipócrita», criticó Francisco.
«Cuando hay armonía en la Iglesia, en la comunidad, está el coraje de dar testimonio del señor resucitado», finalizó.
Fuente: Telam