El viernes, Axion y Shell subieron sus combustibles entre un 5 y un 7 por ciento. Y se creía que YPF retocaría los valores de sus naftas en un porcentaje similar. Pero este domingo, las pizarras de las estaciones de servicio de la petrolera estatal marcaron subas entorno al 2,5%, la mitad que sus competidoras.
Así, en la ciudad de Buenos Aires, la súper aumentó 2,26% y pasó de valer $36,76 a $37,59; la premium se ajustó un 1,5% a $ 44,22 el litro; el gasoil subió 3,75% a $33,76 y el diesel premium se remarcó un 3,53% y a partir de hoy vale $39,87.
El viernes pasado, la primera en subir había sido Axion, que remarcó un 5% la nafta súper, 7% el diésel, 3,6% para la nafta premium y 4,1% el diésel premium. Shell hizo lo mismo luego, con un porcentaje promedio de 4,8%, y la nafta súper pasó a costar este fin de semana casi $40 el litro: $39.87 en la Capital Federal.
En lo que va del año, los combustibles subieron 14 veces. La súper lleva un alza del 70% en todas las estaciones, menos en YPF, donde el ajuste es del 65,8%. Se cree que la estrategia de la petrolera estatal de aumentar menos que el resto fue para morigerar lo más posible el impacto de esta alza sobre la inflación de noviembre.
Pero tanto las petroleras como los estacioneros ya advierten que el valor de la nafta está todavía retrasado respecto del precio del barril internacional de crudo, cotizado en dólares. Mientras los combustibles subieron más de un 65% en 10 meses, la divisa estadounidense escaló un 95%. Esa diferencia es la que las empresas dicen resta trasladar a los surtidores, pese a que el valor del crudo cayó en octubre (bajó de US$75 el barril a US$63,69, casi el mismo precio que en enero de este año).