El ex secretario general de la Uocra de La Plata, Juan Pablo «Pata» Medina, protagonizó el jueves una escena digna del cine de Martin Scorsese. Fue autorizado por la Justicia a salir del penal de Ezeiza donde se aloja con el fin de visitar la tumba de su hermana, fallecida en enero pasado, y fue ovacionado por la «barra» de su sindicato.
Medina llegó al cementerio de Ensenada custodiado por agentes penitenciarios fuertemente armados y respaldado por una multitud que coreó su nombre desde la calle. El sindicalista, detenido desde octubre de 2017, estuvo frente a la tumba de su hermana durante una hora acompañado por Fabiola García, su esposa, quien también está bajo arresto domiciliario.
Medina bajó de una camioneta del Servicio Penitenciario con una remera de la escudería Ferrari mientras era filmado por uno de sus hijos. Al entrar al cementerio fue vitoreado por unos 300 seguidores. El gremialista saludó a la multitud con sus brazos esposados, mientras escuchaba el típico cantito de cancha: «Pata, mi buen amigo, esta campaña volveremo’ a estar contigo».
Medina y su esposa habían pedido el permiso para asistir al entierro de la hermana del ex titular de la Uocra La Plata, pero la feria judicial de enero impidió la autorización de la salida en ese momento.
César Albarracín, abogado de Medina, confirmó a Télam que la Cámara Federal de La Plata debe resolver un pedido solicitando la falta de mérito y la excarcelación del ex sindicalista.
«En unos días presentaremos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos una denuncia por la persecución política y sindical que padeció Medina y la falta de independencia de la Justicia».
El ex sindicalista está detenido por asociación ilícita y lavado de activos, causas que se tramitan en juzgados de La Plata y Quilmes. En el expediente donde se lo investiga por asociación ilícita -que prevé penas de entre 3 y 10 años de prisión- el fiscal platense Álvaro Garganta le imputó al líder sindical ser el jefe de esa organización y le aplicó el agravante de poner en peligro la vigencia de la Constitución, delito que puede ser castigado hasta con 20 años de encierro.
Para el fiscal, «existen elementos suficientes para tener por acreditado que por lo menos de hace seis años a la fecha un grupo integrado por al menos 11 personas, una de ellas como jefe, valiéndose de la circunstancia de ser el secretario general de la Uocra La Plata, se pusieron de acuerdo para cometer delitos de modo indeterminado por sí, o utilizando como medio a los obreros del gremio para tales fines».
Garganta agregó: «Mediante actos intimidatorios, y bajo la amenaza de parar las obras y trabarlas en conflictos gremiales, procuraron de manera sistemática y de imposible cumplimiento sin un acuerdo previo, la concesión por parte de empresas y contratistas de importantes beneficios económicos, imposición de personal, cantidad del mismo y empresa proveedora de viandas, entre otras cosas».
