A medida que las medidas sanitarias del Covid-19 se fueron levantando en muchas partes del mundo, los jueces dictaron al menos 2.052 sentencias a muerte en 56 países, un aumento cercano al 40% respecto a 2020.En este línea, se observaron grandes repuntes en países como Bangladesh (al menos 181, frente al menos 113 en 2020), India (144, frente a 77) y Pakistán (al menos 129 frente al menos 49).
“En vez de aprovechar las tendencias que marcaron una baja en las cifras, algunos Estados demostraron un entusiasmo preocupante por la pena de muerte. De este modo, exponen un cruel desprecio por el derecho a la vida a pesar de las urgentes y continuas crisis mundiales de derechos humanos”, afirmó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Pese a estos retrocesos, el número total de ejecuciones registradas en 2021 constituye la segunda cifra más baja, después de la de 2020, que Amnistía Internacional ha registrado desde al menos 2010.
La organización, en tanto, aclaró que el secretismo y el acceso restringido a la información en China, Corea del Norte y Vietnam impidieron llevar a cabo un seguimiento riguroso de estas acciones, mientras que en el caso de otros países, los totales registrados deben considerarse cifras mínimas.
Irán mantiene la pena de muerte preceptiva por posesión de ciertos tipos y cantidades de drogas, y el número de ejecuciones registradas por delitos relacionados con estas sustancias se multiplicó por más de cinco, hasta llegar a 132 en 2021 (frente a las 23 del año anterior). La cifra confirmada de mujeres ejecutadas también aumentó de 9 a 14, mientras que las autoridades iraníes continuaron con su aberrante ataque a los derechos de los niños al ejecutar a tres personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometer el delito.
Además del incremento en las ejecuciones observado en Arabia Saudita (65 frente a 27 en 2020), con respecto a 2020 se produjeron otros aumentos significativos en Somalia (al menos 21, frente al menos 11), Sudán del Sur (al menos 9, frente al menos 2) y Yemen (al menos 14, frente al menos 5). También llevaron a cabo ejecuciones Bielorrusia (al menos 1), Japón (3) y Emiratos Árabes Unidos (al menos 1), pese a que en 2020 no habían hecho ninguna.
En comparación con 2020, se registraron aumentos significativos de las condenas a muerte en Egipto (al menos 356, frente al menos 264), Irak (al menos 91, frente al menos 27), Myanmar (al menos 86, frente al menos 1), República Democrática del Congo (al menos 81, frente al menos 20), Vietnam (al menos 119, frente al menos 54) y Yemen (al menos 298, frente al menos 269).
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