El Santo Padre Francisco envió un mensaje de condolencias a Monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, con motivo del accidente de tránsito ocurrido el lunes 14, en las cercanías de la localidad salteña de Rosario de la Frontera y que dejó un saldo de 43 gendarmes muertos.
El pesar del Papa fue enviado por el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado de Su Santidad, a través de la Nunciatura Apostólica en la Argentina.
El texto del telegrama
Mons. José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
El Santo Padre, profundamente afligido al conocer la dolorosa noticia del accidente de autobús en el que viajaban miembros de la Gendarmería Nacional, ocurrido en la provincia de Salta, y que ha causado numerosas víctimas, ofrece fervientes sufragios al Señor por el eterno descanso de los fallecidos.
Ruego también a vuestra excelencia que transmita el sentido pésame a los familiares de los que han perdido la vida, así como su cercanía a los heridos y afectados por el trágico suceso.
En estos momentos de dolor, el papa Francisco imparte la bendición apostólica, como signo de esperanza en el Señor Resucitado.
Card. Pietro Parolín, Secretario de Estado de Su Santidad.
Condolencias del Nuncio
Por su parte monseñor Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico en la Argentina, expresó también su “pesar y acompañamiento a las familias de quienes han perdido la vida, así como de aquellos que están sufriendo las consecuencias de tan trágico accidente, unido en oración los saludo cordialmente”.+
El Episcopado transmitió sus condolencias
La Conferencia Episcopal Argentina envió una nota al administrador diocesano del Obispado Castrense, monseñor Pedro Candia, para que le transmita sus condolencias a los familiares de las víctimas del accidente vial en Salta, donde al menos 42 efectivos de la Gendarmería Nacional murieron al desbarrancarse el micro en el que viajaba por la ruta nacional 34, en proximidades de la localidad salteña de Rosario de la Frontera.
La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina expresó su “cercanía y afecto a los familiares y amigos de los efectivos de Gendarmería Nacional fallecidos en el trágico accidente ocurrido en la madrugada de hoy en la ruta 34 de la provincia de Salta”.
«Por medio de la presente queremos hacer llegar, por su intermedio, nuestros sentimientos de cercanía y afecto a los familiares y amigos de los efectivos de Gendarmería Nacional fallecidos en el trágico accidente ocurrido en la madrugada de hoy en la ruta 34 de la provincia de Salta.
De este modo especial comprometemos nuestras oraciones para que el Señor reciba a estos hijos suyos y dé consuelo cristiano a sus familiares, amigos y todos los miembros de la fuerza. También encomendamos los heridos a Dios y rezamos por su pronta recuperación».
Sin otro particular, lo saludamos con nuestro afecto y bendición.
Condolencias del obispado Castrense
El obispado castrense publicó el siguiente comunicado tras el accidente: «Con profundo dolor, elevamos nuestra plegaria a Nuestra Santísima Madre de Luján para que envuelva con su manto las almas de los Gendarmes fallecidos, y los eleve ante la presencia de Dios, para que sigan custodiando a nuestra Patria desde el cielo junto a Nuestro Señor.Te rogamos Madre, que velas por nuestra Gendarmería Nacional Argentina, que acompañes y le des fortaleza a sus familias en este momento de pérdida».
Condolencias del obispo de Santiago del Estero
Al tomar conocimiento del trágico accidente ocurrido hoy en la provincia de Salta, en el que perdieron la vida numerosos gendarmes, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM, expresó su «profundo dolor» por el accidente vial y dijo que acompaña con su oración «la tristeza de las familias».
El prelado pidió a Dios por «el eterno descanso de los fallecidos, por la recuperación de los heridos» e invocó la «fuerza y la paz de Dios todopoderoso en los comprendidos en las tareas de rescate».
Monseñor Bokalic envió su bendición y rogó a Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, para que «otorgue a todos su paz y consuelo en estos momentos».