Pinamar: El desafío del megaoperativo de seguridad en la costa

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El primer día del año arrancó con un operativo de seguridad inédito para Pinamar. En la noche, se dispuso un cordón de policías apostados en hilera frente al mar, mientras otro grupo de agentes de la Bonaerense clausuró un parador de playa y otro desalojó una fiesta clandestina en un autocine. En el día, hubo patrullajes en la calle y entre reposeras para prevenir o dispersar las juntadas de adolescentes.

“Les habíamos avisado que si no se retiraban, íbamos a tener que proceder a secuestrar las heladeras y otros materiales”, cuenta un oficial que transpira detrás del tapabocas y el uniforme negro. Es la segunda vez que este viernes 1° que se acercan a la entrada pública más cercana al parador Boutique, donde hasta hace apenas unos minutos alrededor de 200 chicos de entre 14 y 18 años bailaban. Dos de ellos se apresuran a cargar el parlante para esconderlo entre los médanos, mientras los efectivos les piden a los demás que se alejen.

Matías (15) dice que ya es el tercer día en que se arma el baile a la tarde, un alivio en medio del verano con los boliches inhabilitados por los protocolos sanitarios. “Extrañábamos la fiesta”, comenta. A su alrededor, ninguno lleva tapabocas y varios toman alcohol en vasos plásticos.

Pero esta vez alguien en la playa está llamando a la policía para denunciar la violación a los protocolos del coronavirus. A las 18.30, los policías se acercan por tercera vez y se llevan el parlante.

Uniformes negros bajo el sol en la playa de Pinamar, donde el Operativo Sol se realiza con unos 900 policías. Foto: Andrés D’Elia.

Uniformes negros bajo el sol en la playa de Pinamar, donde el Operativo Sol se realiza con unos 900 policías. Foto: Andrés D’Elia.

Este año, el Gobierno provincial reforzó el operativo Sol 2020/2021 para garantizar en la costa no solo la seguridad sino el respeto de las regulaciones de prevención de la pandemia.

En tanto, por el aumento de casos de Covid-19, crece el rumor de un posible cierre de los principales municipios turísticos, como el Partido de la Costa, Villa Gesell y Pinamar, donde en el último mes los positivos diarios prácticamente se triplicaron. Pasaron de 64 el 1° de diciembre a 180 el 31: casi el triple.

Fuentes policiales informaron a Clarín que en este último partido, encabezado por el intendente de Cambiemos Martín Yeza, intervienen un total de 900 policías de la provincia. Entre ellos, hay 150 agentes de las comisarías de Pinamar, 150 efectivos de grupos Fuerzas Operaciones Especiales (FOE), y personal de Policía Siniestral, Caballería e Infantería. Se utilizan 8 motos y 5 cuatriciclos.

La policía bonaerense recorre las playas para prevenir la realización de fiestas clandestinas. Foto: Andrés D’Elia.

La policía bonaerense recorre las playas para prevenir la realización de fiestas clandestinas. Foto: Andrés D’Elia.

El operativo en Pinamar comenzó a las 22 del jueves 31, con recorridas por restaurantes y bares que ofrecían cenas de fin de año, donde no encontraron irregularidades. Un cordón policial de unos cien agentes se formó sobre Avenida Del Mar y Bunge, el lugar típico de festejo en la localidad, para impedir el ingreso de los jóvenes a la playa.

En la costa bonaerense, la actividad de entretenimiento está inhabilitada en el marco de la pandemia. Hubo un decreto que hubiera permitido la realización de fiestas de más de 200 personas, como excepción para el fin de año, pero el gobernador Axel Kicillof decidió no reglamentarlo para prevenir brotes de contagio durante el verano.

Con entradas anticipadas de 4 mil pesos, el parador Ufo Point, que solía ofrecer fiestas de fin de año, esta vez optó por un servicio de mesas -tipo bar- para abrir al público joven después de las 12. Fue clausurado pasadas as 2 de la mañana, por permitir el ingreso fuera de hora.

Una policía de la bonaerense patrulla una playa de Pinamar. Foto: Andrés D’Elia.

Una policía de la bonaerense patrulla una playa de Pinamar. Foto: Andrés D’Elia.

Los chicos y chicas se trasladaron con heladeras a la playa para seguir la fiesta, pero también fueron dispersados. Muchos se dirigieron al Bar Red, ubicado en Bunge e Intermédanos, frente al Autocine de Pinamar.

El bar vendía las bebidas y la fiesta se armaba con parlantes en el estacionamiento del segundo predio. La policía terminó desalojando a todos y el dueño del bar recibió dos actas contravencionales, la última a las 6 de la mañana, informaron fuentes a Clarín.

Las 4×4 pasaban desde temprano con la música a todo volumen por avenida del Mar. Otro de los puntos de fiesta clandestina en la arena, en la zona del parador La Deriva, a 9 kilómetros de allí, según informaron fuentes locales a este diario. En tanto, prácticamente no había cuadras de la ciudad donde no hubiera fiestas en casas o departamentos.

Rocío Magnani/Clarín

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