Se refiere a su padre como «zombie» y su mayor miedo es volver a encontrarse con él. Así transcurre la vida hoy de un niño de 11 años de Haedo, quien fue abusado por su papá cuando tenía seis. La Justicia lo condenó a prisión pero aún permanece en libertad. «No me lo voy a sacar de la cabeza. Por Dios, no quiero vivir más», dijo la víctima.
El hombre, identificado como Guillermo Iscinkoff, fue sentenciado el 27 de abril pasado en los Tribunales de Morón a tres años de cárcel, acusado de «abuso sexual agravado por el vínculo». Sin embargo, el imputado apeló la condena y como hasta ahora no hay una resolución, sigue en libertad.
«No puede estar un segundo solo porque sabe que está en peligro por un fallo que es vergonzoso y que facilita una posible revinculación con mi hijo cuando está comprobado el abuso», dijo al diario Crónica, Fernanda Crudo, la mamá del menor.
Y precisamente esto es lo que más atormenta a la víctima. A pesar de que ya pasaron cinco años desde que fue abusado, no quiere volver a verlo y sólo espera que la Justicia termine por aplicar el castigo al que ya fue condenado. «Aydame mamá. No puedo dormir porque si cierro los ojos me aparece el zombie y vuelvo a recordar lo que me hizo», dijo el pequeño, según el relato de su mamá.
Ante la angustia de su hijo, la mamá no baja los brazos y lo que pide es que se eleve la condena contra su ex pareja. El menor detalló los abusos a los que fue sometido, por lo que la mujer decidió inmediatamente radicar la denuncia. «Es un secreto, no lo cuentes porque me dijo que me va a quitar la play y a vos no te voy a ver más», fue alguna de las cosas que el niño le dijo a la madre en aquel momento.
Finalmente, tras la investigación, se pudo comprobar la veracidad de los dichos del menor y que Iscinkoff violó a su hijo. Sin embargo, la condena está en suspenso y aún permanece en libertad.