En las últimas horas, el fiscal Pablo Moya dispuso la detención de toda la guardia que trabajó el Primero de Enero, cuando se produjo la fuga de un preso involucrado en un homicidio.
Como se recordará, un policía permitió que un detenido, sería de apellido Cristo, realizara una visita a su pareja. Incluso el traslado se habría realizado en el propio rodado del numerario policial, a cambio de una cifra de dinero.
De las averiguaciones realizadas se determinó que el trato consistió en que el efectivo lo dejaba en la casa de su pareja y luego lo pasaba a buscar. Cuando el policía regresó, el preso se fugó.
Todo el accionar quedó registrado en las cámaras de seguridad de Alerta Banda, lo cual es una evidencia importante para el fiscal de la causa.
El representante del Ministerio Público Fiscal dispuso la aprehensión de toda la guardia que trabajó esa noche, porque entiende que los otros tres policías no podían desconocer la maniobra efectuada por su colega.
Los policías serían imputados por «evasión», figura que no solo le cabe al detenido que se escapa, sino que también uno de los artículos especifica que le es aplicable a quienes facilitan o propician dicha fuga.
