La persistente lluvia durante toda la jornada pudo más y la comisión del Festival de Doma y Folclore de Jesús María decidió cancelar la séptima noche del evento, que no será reprogramada.
«Desde la Comisión Directiva del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, informamos que, debido al pronóstico de lluvias y tormentas anunciadas para esta jornada, se suspende la séptima noche de color y coraje. Aclaramos, además, que no se reprogramará ninguna actividad prevista para la fecha, ya sea en el campo como arriba del escenario, y que la grilla continuará como estaba anunciada a partir de mañana», dice el comunicado.
De esta manera, las presentaciones de Raly Barrionuevo, el Dúo Coplanacu y Peteco Carabajal, artistas principales de esta noche, no serán reprogramadas.
«Las personas que adquirieron sus entradas en la boletería del Anfiteatro José Hernández podrán acercarse para su devolución esta noche dede las 20 y hasta las 00 y mañana a partir de las 10. Con respecto a los que lo hicieron por medio del portal PaseShow, podrán acercarse al punto de venta donde se realizó la compra. Se recuerda que las entradas generales son válidas para el resto de las noches», completa el texto difundido.
Poco común
Un antecedente reciente de suspensión data del 10 de enero de 2012 cuando el clima le jugó otra mala pasada al Festival y le obligó a suspender. El show del Chaqueño Palavecino de esa noche, principal atracción de la quinta jornada, pasó para el día siguiente cuando compartió escenario con Abel Pintos. Y en 2016, durante la noche inaugural a Pedro Aznar le tocó hacer su show bajo un aguacero y tras su actuación se suspendió todo. En 2013, a Jorge Rojas le pasó lo mismo, pero en su caso sólo pudo hacer tres temas hasta que el agua puso en peligro su integridad en el escenario Martín Fierro y él decidió dar por concluido el show pidiendo disculpas al público.
En la edición de 1978 que fue del 6 al 15 de enero la lluvia hizo mermar tanto la afluencia de público que Sadaic decidió hacer un descuento del 50% sobre lo que el Festival tenía que pagar en concepto de derechos de autor. En esa edición, ingresaron alrededor de 74 mil espectadores. Y un ratreo documental señala que en 1973 ingresaron en diez noches poco más de 63 mil espectadores lo que hace presuponer que la lluvia también obligó a suspender alguna noche o que aportó para la merma de espectadores.
Además de la lluvia, la otra ocasión en que se decidió suspender una noche fue tras la muerte del jinete misionero Alfredo Spíndola en 2010. Es cierto que la noche ya había comenzado, pero cuando se confirmó el deceso del jinete se la dio por concluida y se ofreció a los espectadores la posibilidad de reintegrarles el dinero o de hacer uso de la entrada para otra noche.
Fuente: la voz del interior