Bielorrusia, definida por la ex secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, como la «última dictadura en el corazón de Europa», limita de esta forma la libertad de información de sus ciudadanos.
La legislación aprobada en noviembre, pero que entrará en vigor este viernes, permite a las autoridades el cierre de locutorios o cibercafés que no restrinjan a los clientes acceder también a las páginas extranjeras.
En tanto, las empresas deberán limitarse a usar un dominio local para ofrecer sus servicios o productos, e incluso tampoco estarán habilitadas para recibir visitas de internautas que no sean del país.
Teniendo en cuenta la nueva normativa, el Gobierno además tiene la facultad de elaborar una lista de direcciones prohibidas, e informarlo a los proveedores de servicios para que se restrinja su visita.