Por qué Kim Basinger vive recluida tras el éxito en Hollywood

Kim Basinger fue un ícono sexual en la década del 80 que se consolidó como una actriz de renombre en los años 90. Sin embargo, y no precisamente por falta de fama o de éxito en Hollywood, hace más de 10 años que vive recluida, con muy pocas apariciones públicas.

Quién fuera una chica Bond en 1983 (junto a Sean Connery en “Never Say Never”) y mucho más que eso tres años después, cuando coprotagonizó con Mickey Rourke el filme Nueve semanas y media, con su histórico e imitadísimo striptease y la consagratoria canción “Puedes dejarte el sombrero puesto” interpretada por Joe Cocker, sufre una enfermedad llamada agorafobia.

Se trata de una patología vinculada a la salud mental, un trastorno mental que bloquea a quien lo sufre a tal punto de temerle a la exposición pública, a determinados lugares o situaciones, que la llevan a sufrir ataques de pánico.

Por qué Kim Basinger vive recluida: el trastorno mental que la alejó de Hollywood

Su último trabajo en Hollywood fue en 2018, cuando filmó Cincuenta sombras liberadas, una trilogía que arrancó con Cincuenta sombras de Gray en 2011 y Cincuenta sombras más oscuras en 2017 (de esta última, Basinger también formó parte del elenco).

Pero desde entonces su vida pública dejó de ser tal para convertirse en una vida privada supercerrada. Hasta que ella misma, hace dos años, confesó el problema de salud que la viene afectando desde hace mucho tiempo.

“No salgo de casa, no voy a cenar. Vivir con agorafobia es como si algo se cerrara por completo dentro de uno y hay que volver a aprenderlo todo”, describió la actriz, quien reveló que la primera que experimentó un ataque de pánico fue dentro de un supermercado. Según contó, sintió que no podía respirar por lo que solo atinó a dejar todo, subirse a su auto y regresar a su casa. Desde ese día, estuvo siete meses sin volver a manejar.

“Tuve que volver a aprender a manejar y durante muchos años no quise atravesar los túneles de Malibú. Todo solía ponerme nerviosa, como el sonido del cristal cuando se desliza para abrir una puerta. O plantearme hacia dónde tengo que dar un paso para abrir una puerta de mi casa. Es vivir con la boca seca todo el tiempo, temblorosa, agobiada”, admitió.

Además de actriz, Kimila Ann Basinger, nacida el 8 de diciembre de 1953 en Georgia, fue modelo de la neoyorkina agencia Ford, y entre desfile y desfile, llegó a Playboy y para los productores de cine no hubo más que abrir los ojos para convocarla.

Si bien debutó en Hollywood en los años 70 y se consagró en los 80, su momento de mayor reconocimiento como actriz le llegó en los 90, cuando ganó un Oscar y un Globo de Oro a la mejor actriz de reparto en 1998 cuando personificó a una prostituta en L.A. Confidential, de Curtis Hanson.

A lo largo de su carrera acumula más de 30 películas, algunas de mucho éxito y otras de poco, y también un negocio por fuera del cine que casi la lleva a la bancarrota: además de gastar mucho dinero en excentricidades, como lavarse el pelo con agua mineral, en 1989 invirtió en un pueblo llamado Braselton.

En realidad, más que una inversión, fue una compra: se compró el pueblo entero, que tiene unas 710 hectáreas y está a 50 kilómetros de Athens, la ciudad georgiana en la que nació. La teoría más conocida es que Kim pretendía construir un pequeño Hollywood, que incluyese estudios de filmación para convocar a productores y directores a que grabasen allí.

Otra teoría refiere a que Kim, avasallada por la fama de Nueve semanas y media, buscó en su propio pueblo construir un refugio ante popularidad.

“No soy muy sociable y siempre fui muy tímida”, supo reconocer la actriz, cuyo proyecto de pueblo fue un fracaso rotundo y terminó vendiéndolo en apenas dos millones de dólares luego de haber gastado más de 20 millones en comprarlo.

Fuente TN