«Lo que viví en este último punto es muy difícil que le pase a otro jugador del circuito. Si uno se guía por el cariño de la gente, claramente el ganador era yo». Las declaraciones de Juan Martín del Potro se adaptan a la perfección con la realidad. Es cierto que el suizo Stan Wawrinka se llevó la victoria y el pase a las semifinales del US Open, pero el mundo habló de la Torre de Tandil: por el gesto del público, por su emoción, por su regreso a los primeros planos del tenis mundial.
Hasta el propio Wawrinka, número 3 del ranking mundial, quien dio un paso atrás cuando el público empezó a ovacionar a Del Potro, habló de ese momento tan especial: «La atmósfera fue fantástica y el partido terminó realmente tarde. Fue uno de mis partidos más duros ante él. Estoy feliz de haber podido ganarlo». Claro, porque además del cariño del público, el tandilense, que desde el lunes será el N°63 del mundo, desplegó un nivel de tenis muy alto.
Como cada partido extenso -duró 3 horas y casi 15 minutos-, y luego de más de 10 días jugando en Nueva York, Del Potro evidenció un desgaste físico habitual desde que regresó al circuito. «Stan fue muy inteligente, aprovechó mi cansancio para acelerar, eso me obligó a arriesgar y él lo único que hacía era meterla, meterla y meterla», reconoció la Torre. El esfuerzo también se pudo ver en el estado de sus pies después del partido, con la piel levantada.
Así quedan tras un partido las piernas de un batallador del tenis. De @delpotrojuan, por ejemplo
