Un guardacostas de Prefectura persiguió durante varias horas a un buque chino que se encontraba en la zona económica exclusiva de Argentina. El buque chino fue identificado como el Jing Yuan 626, un potero (barco dedicado a la pesca del calamar) que contó con el apoyo de otras cuatro naves de su país para evitar que fuera detenido en su trayectoria.
Se trataría de un caso de pesca ilegal de calamar.
El operativo escaló al siguiente nivel y, en conformidad con el protocolo, se efectuaron disparos intimidatorios. Frente a la negativa del buque de detener la marcha, se buscó afectar su navegabilidad a través de disparos con ametralladora y cañón que impactaron por encima de la línea de flotación. En todo momento se procuró preservar la vida de las personas a bordo de aquella nave.
Después de una intensa persecución que duró casi ocho horas, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación ordenó interrumpir el seguimiento debido a las malas condiciones meteorológicas y a la posición y trayectoria tanto del buque infractor como del Mantilla.
