Con un templo colmado, este martes la comunidad educativa del Colegio Cristo Rey rindió un sentido homenaje a su creador Padre Pedro Fils Pierre al conmemorarse el 28 Aniversario de su partida a la Casa de Dios.
Como todos los años los estudiantes del nivel primario y secundario, concurrieron a la parroquia Cristo Rey, para participar de la Santa Misa en honor al creador del establecimiento educativo. En la oportunidad, el actual párroco Gastón Alejandro Cuello afirmó, «el padre Pierre quiso que todos formen parte del banquete celestial, por eso pensó en esta obra maravillosa del Colegio Cristo Rey«.
Al inicio de su homilía, el presbítero destacó la concurrencia de los fieles en el templo, «así quiere Dios que sea el banquete».
Más adelante especificó, «aprendamos de Dios. Cuando organizamos una fiesta invitamos a nuestros amigos; el Señor invitó a unos amigos, pero no fueron ninguno».
«Cuando no vienen los amigos nos sentimos mal; pero la Palabra nos enseña que el Señor mandó a buscar a otras personas como ser enfermos, paralíticos, a personas que nosotros no seríamos capaces de invitar; porque muchas veces invitamos a los que nos caen bien; incluso invitamos a aquellos que nos pueden retribuir», sostuvo el sacerdote.
Por otra parte señaló, «el Señor nos quiere ayudar a vivir de otra manera, nos quiere ayudar y mostrar que el Reino de Dios hay lugar para todos, nadie estará excluido«.
Sobre este punto amplió, «el Padre Pierre quiso que todos formen parte de ese banquete celestial, por eso pensó en esta obra maravillosa del Colegio Cristo Rey; alguien estaba excluido de la educación, había una necesidad y él buscó la forma, los medios. Me imagino el cansancio que habrá pasado el padre Pierre, incluso muchos trabajaron sin recibir un pesos; pero valió la pena, jugándose siempre para incluir a todos en la mesa».
Por otra parte reflexionó, «los que tenemos la oportunidad de estudiar debemos dar gracias al Señor, pero también tengo que trabajar para que mi hermano pueda tener la misma oportunidad que yo tengo; debemos trabajar para que abrir las puertas a los hermanos que no tienen esa posibilidad».
Finalmente el padre Cuello convocó a todos los presentes a ser los mensajeros del Señor que inviten a la gente a su banquete, «todos podemos hacer algo».