Los restos del célebre escritor argentino, Ernesto Sábato, fueron inhumados hoy en el cementerio privado Jardín de Paz, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
El cortejo fúnebre partió cerca del mediodía del club Defensores de Santos Lugares, donde se realizó el velatorio del autor de «El Túnel» y «Sobre Héroes y Tumbas», entre otras obras. Allí, decenas de familiares, amigos y admiradores le brindaron un sentido homenaje.
Luego de la ceremonia, el historiador Mario «Pacho» O’Donnell, señaló que «Sábato encontró la forma para representar al porteño, marca un antes y un después en la literatura argentina. Hay toda una corriente inspirada en Sábato. Y también hay que resaltar el compromiso de Sábato con la democracia. Eso fue un sacrificio heroico que hay que reconocerle siempre».
Ayer, decenas de personas pasaron a despedir al escritor argentino, quien falleció en la tranquilidad de su hogar a los 99 años.
La amiga personal de Sábato Elvira González Fraga dijo en declaraciones radiales que hace 15 días una bronquitis complicó su estado de salud. Ayer, cerca de la una de la madrugada su cuerpo no resistió más.
Ernesto nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911. Entre sus títulos académicos se encuentran un doctorado en Física y varios cursos de Filosofía enla Universidad deLa Plata.
Trabajó en el Laboratorio Curie, en París, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura.
Sus tópicos más recurrentes se encargaban de la crisis del hombre en nuestro tiempo y de la reflexión sobre la propia literatura.
Sus obras más destacadas son El escritor y sus fantasmas (1963), Apologías y rechazos (1979), El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).
El recuerdo de Sábato en palabras
Mario, el hijo de Ernesto Sábato, leyó ayer un comunicado de prensa sobre la muerte de su padre.
“Mi padre no nos pertenecía sólo a nosotros, lo compartimos con mucha gente que lo quiso y lo necesitó. Lo vamos a despedir como él lo deseó, en el Club Defensores de Santos Lugares. El había dicho: ‘Cuando muera quiero que me velen acá para que la gente del barrio pueda acompañarme en este viaje final y recordarme como buen vecino’”.
El obispo Justo Laguna recordó a Sábato como «una gloria nacional» y destacó su amistad de varios años con el autor consagrado con el Premio Cervantes para quien ofició el responso religioso.
«Me parece un de las plumas más brillantes después de Borges en castellano«, remarcó el prelado que incluso resaltó haber casado a Sabato cuando contrajo enlace con su esposa Matilde Kusminsky Richter.
Por su parte, el secretario de Cultura dela Nación, Jorge Coscia, dijo que sintió «mucha pena» al enterarse de la muerte del escritor, y lo recordó como un hombre «escéptico con mayúscula».
En tanto, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, destacó de Sábato el «talento universal que obtuvo y el justo reconocimiento por su genio literario y compromiso con los derechos humanos».