Mientras el ciclo lectivo comenzó con normalidad este lunes en la ciudad de Buenos Aires luego del fallo judicial que le permitió al gobierno porteño abrir las escuelas pese al DNU firmado por el presidente Alberto Fernández, en diferentes municipios del conurbano bonaerense hubo aplausos y abrazos simbólicos en las instituciones educativas que se encuentran cerradas, y un grupo de padres trasladó la protesta a la residencia presidencial de Olivos.
La manifestación se realiza con banderas, globos y remeras de Argentina, y con consignas como “queremos ir a clases”.
Los colegios Northlands, Michael Ham y Marín, en zona norte, fueron epicentro de las protestas en la provincia de Buenos Aires. Los padres llegaron con carteles para realizar un abrazo y un “aplausazo”. Algo similar sucedió en el St Trinneans. En la Panamericana, a la altura de Pilar, hubo un “banderazo”. También hubo manifestaciones en instituciones educativas de otros municipios como San Miguel, Avellaneda y Quilmes. En Lomas de Zamora, hubo una ruidosa caravana de autos a favor de la presencialidad.
Según la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, durante la jornada de hoy alrededor de un 60% de la totalidad de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires están funcionando con clases presenciales. “Estamos recién teniendo un relevamiento de que hay un 60% de escuelas que pudieron abrir. Muchas siguieron en la virtualidad por hoy pero mañana van a retomar la presencialidad”, indicó en declaraciones a medios televisivos.
La situación en la provincia de Buenos Aires es diferente. El gobierno bonaerense advirtió a los establecimientos educativos que si no acatan el DNU que dispuso la suspensión de las clases presenciales por 15 días para frenar los contagios de coronavirus “serán sancionados”. Así lo indicó el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco.
Detrás de la discusión por la presencialidad en las escuelas emerge un nuevo round del enfrentamiento entre el oficialismo, a cargo de la Presidencia y de la Gobernación de la provincia de Buenos Aires, y la oposición, que administra el gobierno porteño desde 2007.
El presidente Alberto Fernández calificó la decisión de la Justicia como un “mamarracho jurídico” porque -entiende- que la Cámara porteña no tiene competencia para invalidar un decreto de alcance federal. Su ministro de Justicia, Martín Soria, adelantó esta mañana que promoverá sanciones disciplinarias contra la Cámara porteña.
Horacio Rodríguez Larreta, por su parte y luego de reunirse con el Presidente el viernes en Olivos, promovió distintas presentaciones en la Justicia -una de ellas directamente ante la Corte Suprema, que aún no se expidió-. Y ante el primer fallo favorable ordenó que este lunes abrieran las escuelas, enfrentándose al Presidente y a Kicillof.
Por otro lado, en las últimas horas el juez federal subrogante de San Martín Oscar Papavero rechazó un pedido de medida cautelar que presentó el intendente de Vicente López, Jorge Macri, para que vuelvan las clases presenciales en ese distrito. El magistrado también se declaró incompetente para seguir interviniendo en el caso.