Puma Rodríguez: “Los besos, los abrazos y el simple gesto de agarrarnos de las manos han caído, por ahora, en el olvido”

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En el 2017, José Luís Puma Rodríguez fue sometido a un doble trasplante de pulmón producto de su fibrosis pulmonar ideopática. Su vida pendió de un hilo. Al cantautor venezolano le habían detectado la enfermedad en el 2000 y durante 17 años pudo apaciguar el avance con medicamentos. Producto de lo que vivió es un paciente de riesgo. Una persona que si se infecta el resultado podría ser catastrófico para su salud.

En medio de su cuarentena obligatoria, aprovechó para ofrecerle a sus seguidores un mensaje conmovedor. Una recomendación que salió desde lo más profundo de su corazón.

“El mundo nos cambió, la vida nos cambió. La soberbia humana ha quedado arrodillada ante un microscópico enemigo. Los besos, los abrazos y el simple gesto de agarrarnos de las manos han caído, por ahora, en el olvido. Lecciones que nos hacen despertar ante cuán importante era sentirnos cerca y demostrarnos amor. Sí, estamos aislados, pero al mismo tiempo estamos todos unidos”, comienza el sensible y emotivo video que fue reproducido por más de 33 mil personas en cuestión de horas.

Continuando con la reflexión, pidió abrir la mente para mirar más allá de lo que te permite la vista. Frenar por un instante para observar el alrededor y enfocarse en esto que se transformó en un bien común. “Dejemos de pensar en nosotros mismos para pensar en el bien común. Ahora miramos de manera diferente a nuestros abuelos, cuando antes quizás, ni los veíamos. Todo se detuvo…y nos ha hecho entender la importancia de la salud por encima de los intereses económicos”.

En otro fragmento, con la vorágine con la que se vive dejada de lado, resaltó la importancia de aprovechar el momento para entablar relaciones desde otro lado con los que están a tu lado. “Ahora nos miramos a los ojos en nuestras mesas, en nuestras salas, nuestros balcones. Hemos reflexionado no solo en nociones básicas de higiene personal sino también en la contaminación que hacemos en los que nos rodean. Los animales andan libres, felices, sin que nada los afecte…ahora los encerrados somos los seres humanos. Todo esto es posible…quizá la humanidad necesitaba una sacudida que nos despertara del letargo automático en el que vivimos”.

Para despedirse, continuado siempre poniendo una por una palabras claves y justa, concluyó con un cierre esperanzador. Sabiendo que si cada uno aporta su granito de arena, si empieza a mirar el futuro de otra manera, el resultado será positivo. “De esta saldremos juntos y le daremos el valor a ese beso, a ese abrazo, a esa mano extendida de quien te quiere. Este virus nos hará mejores porque nos hará iniciar todo de nuevo”.

De más está decir que los mensajes de apoyo y valorando cada una de sus palabras estuvieron a la orden del día: “Solo tú puedes hacer estas reflexiones, Puma…Dios te bendiga”, “Qué mensaje tan hermoso”, “Hermoso mensaje, nunca mejor expresadas tus palabras” fueron algunas de las palabras que le hicieron llegar. En la misma línea, no faltaron los fans que le pidieron que no descuide su salud: “Cuidate mucho, por favor. Desde Uruguay le pido a Dios que te proteja”, “Cuidate, un fuerte abrazo desde Chile”, Gracias por tanto”, le agradecieron desde Argentina.

Aquí el texto completo del artista:

“El mundo nos cambió, la vida nos cambio. La soberbia humana ha quedado arrodillada ante un microscópico enemigo. Los besos, los abrazos y el simple gesto de agarrarnos de las manos han caído, por ahora, en el olvido. Lecciones que nos hacen despertar ante cuán importante era sentirnos cerca y demostrarnos el amor. Sí, estamos aislados, pero al mismo tiempo estamos todos unidos. Dejamos de pensar en nosotros mismos para pensar en el bien común.

Ahora miramos de manera diferente a nuestros abuelos, cuando antes quizás, ni los veíamos. Todo se detuvo y nos ha hecho entender lo esencial de un médico, una enfermera, un trabajador abnegado de la salud; la importancia de la ciencia por encima de los intereses económicos.

Nos apagaron los deportes, los conciertos, los restaurantes, los cafés. Pero ahora nos miramos a los ojos en nuestras mesas, nuestras salas, nuestros balcones. Hemos reflexionado no solamente en nociones básicas de higiene personal, sino también en la contaminación que hacemos a lo que nos rodea. Los animales andan libres, felices, sin que nada los afecte. Ahora los encerrados somos los seres humanos que hemos robado su espacio.

Todo esto posiblemente no es apocalíptico, pero sí aleccionador. Quizás la humanidad necesitaba una sacudida que nos despertara del letargo automático en el que vivimos. Donde le damos protagonismo a la inmediatez de lo tecnológico por encima de la paciencia por lo real.

De esta saldremos juntos, y le daremos el valor a ese beso, a ese abrazo y a esa mano extendida de quien te quiere. Este virus nos hará mejores, porque nos hará iniciar todo desde cero. Pero por ahora, y solo por ahora, no nos agarremos de las manos. Pero estoy convencido que muy pronto, junto podremos llegar a donde jamás hemos ido. Amén”.

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