Según Putin, esto se debe a dos factores: la buena salud del rublo, que se «reforzó activamente en los últimos tiempos» hasta recuperar los niveles de antes de la crisis, y la «dinámica de la demanda de los consumidores», que volvió a la normalidad tras un «pico en febrero-marzo».
Asegurando que no hay que «perder el control de la situación», el presidente ruso llamó a «garantizar la normalización progresiva de la dinámica de los precios» y evitar «un descenso espectacular de la demanda».
Rusia se vio golpeada por una serie de sanciones de los países occidentales tras su intervención militar en Ucrania, iniciada el 24 de febrero. Entre las medidas, se incluyen embargos a exportaciones clave, que hicieron que se disparara la inflación, que ya estaba particularmente alta a raíz de la pandemia de Covid-19.
Vladimir Putin asegura que la economía rusa ha resistido el golpe, pero los economistas consideran que lo peor está por llegar, a medida que el impacto de las sanciones se vaya haciendo cada vez más visible.
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