En los primeros días de abril de 2016, la Gendarmería Nacional allanó, por orden del juez federal Sebastián Casanello, la escribanía de Ricardo Leandro Albornoz, con la que el empresario kirchnerista Lázaro Baez trabajó desde el 2004 hasta el presente. El procedimiento se realizó luego de que el gestor financiero Leonardo Fariña declarará en la causa conocida como la «Ruta del dinero K».
Entre la documentación que la Justicia obtuvo durante los allanamientos en la escribanía se encontró un testamento de Báez, en el que se incluye una cláusula por la que sus herederos no podrán disponer de sus bienes y de sus empresas por 30 años a contar desde la fecha de su muerte. El documento fue revelado por La Cornisa, programa que conduce Luis Majul en el canal América.
En la quinta cláusula del testamento, Lázaro Báez transfiere «a título de fideicomiso los bienes antes mencionados, por el término de treinta años» desde su fallecimiento. Se trata de la máxima extensión temporal prevista por la ley.
El testamento establece que sus herederos son su esposa y sus hijos, y dispone legar a favor de estos el 20% de cual puede disponer por ley. Además, aclara que frente a un planteo judicial de alguno de los herederos, decreta una indivisión de los bienes por diez años.
«El testamento podría ser el instrumento por el cual Lázaro Báez le garantizaba fidelidad a Néstor Kirchner en los negocios que ambos compartían incluso hasta 30 años después de la eventual muerte de Báez», indicó la abogada Silvina Martínez, asesora de la diputada nacional Margarita Stolbizer (GEN), que impulsa una serie de denuncias en la Justicia contra Néstor y Cristina Kirchner. En este sentido, la letrada indicó que este nuevo documento «podría ser clave» para entender la profundidad de los vínculos entre el empresario que hoy se encuentra detenido y el fallecido ex presidente.
Martínez, consultada por Infobae, aseguró que a través de esta figura de fideicomiso testamentario, Báez «mantiene blindado todos sus bienes y todos los negocios que tenía» con la familia Kirchner. «Dispone que por 30 años no se pueda cambiar nada, tocar nada, únicamente los hijos podrán recibir las ganancias de sus bienes, como las empresas o los alquileres».
Martínez confía en que este documento puede ser esclarecedor para tres causas judiciales en las que Lázaro Báez y la familia Kirchner son el principal objeto de investigación: la denominada «Ruta del Dinero K», Los Sauces y Hotesur.
En las 19 páginas que abarca el testamento, hay un listado extenso de propiedades y empresas que, al momento de su muerte, integrarán un fideicomiso administrado por sus dos hijos varones, Martín y Leandro Báéz.
En esa documentación, Báez solicita, a los efectos de administrar y disponer de los bienes, establecer un Comité de Decisión, formado por todos sus hijos y su esposa, Norma Beatriz Calismonte. Esa comisión tiene como fin autorizar a los fiducidiarios el otorgamiento de actos de disposiciones sobre los bienes afectados al fideicomiso.
El testamento fue suscripto el 26 de julio de 2010. El amigo de la ex familia presidencial contaba con 56 años al momento de firmarlo.
«Llama la atención que Báez redacte su testamento a una temprana edad y sin tener la noticia de tener una enfermedad terminal o algo que se le parezca. Es probable que su familia no estuviese enterada de este documento», aseguró Martínez.
Según revela el documento, el empresario kirchnerista decidió colocar en el fideicomiso testamentario chacras, parcelas, lotes e inmuebles que posee en diferentes localidades de la provincia de Santa Cruz. También la totalidad de cuotas sociales de las que resulta titutlar en las firmas Alucom Austral S.R.L, Valle Hermopso S.R.L y Servicio Integral Alem S.R.L.
Por último, incluyó la totalidad de las acciones de las empresas Austral Construcciones SA, Badial SA, Alternativa SA, Don Francisco SA, Austral Agro SA, Austral Desarrollos Inmobiliarios SA, La Estación SA, Kank y Costillla SA, Austral Atlántica SA, Projet One SA, Hosterial Petrel SA, Diagonal Sur Comunicaciones SA y Valle Mitre SA.