Quimsa venció Flamengo y se consagró Campeón de América

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Y fue de Quimsa nomás. En Montevideo, contra todos los pronósticos, ante el cuco Flamengo, pero con un espíritu único e inolvidable, que le permitió convertirse en un equipo sólido pese a tener a su roster completo hace menos de 10 días. Fue 92-86 y título, con un Brandon Robinson mágico: 26 puntos y 9/15 de cancha. 

Los nervios, la ansiedad y la presión no le causaron ningún problema a Quimsa en el comienzo, pero quizá sí al favorito Flamengo, que empezó atacando mal y defendiendo mucho peor, ante un Quimsa que se basó en ese arranque en el uno contra uno de Simpson, en el romper y pasar y en cuidar bien el balón, tanto reboteando duro (12-5 el primer cuarto), como perdiendo apenas un balón. Le sacó 12 tras una bomba de Baralle en la primera pelota que tocó el cordobés (23-11), y el Flamengo se llenó de preguntas. Chuzito González de 3 y Marquinhos eran los que sostenían a un Flamengo aturdido, que se fue al primer descanso abajo 27-19, con 17 de esos 19 aportados por el argentino y el ala pivote.

La dupla Yago-Balbi colocada por Gustavinho le dio buen resultado, pero más se lo dio darse cuenta que no estaban defendiendo nada. Al apretar la defensa, a Quimsa se le empezaron a complicar los tiros cómodos, ya no tuvo vía libre al aro, y encima al Flamengo se le abrió la gotera de tres puntos. Arrancó el segundo cuarto con un parcial de 16-4 y pasó al frente 31-35. Quimsa podría haberse enloquecido y empezar a buscar respuestas rápidas y erróneas, pero no lo hizo. De hecho, surgió Brandon Robinson con dos 2+1 seguidos y los santiagueños recuperaron el liderazgo. Igual, ya era otro partido, más parecido a una final.

Quizá por ese buen control del momento difícil de Quimsa, Flamengo no terminó de ganar confianza, y cayó en otro pozo defensivo, sumado a una gran actitud de los argentinos para defender su tablero. Eso sí, adelante fue casi siempre intentos individuales: Robinson, Ramírez Barrios y demás, por eso de las 7 asistencias en 12 anotaciones del primer cuarto pasó a 0 en 8 del segundo. Igual, un bombazo de Gaskins sobre la bocina le dio un margen de 7 (50-43), inmejorable para irse a los 15 minutos del entretiempo.

El tercer cuarto fue otra historia. Parecía que Quimsa lo podía quebrar cuando arrancó 4-0 y sacó 11, con Simpson otra vez muy activo en la pintura, pero entonces Flamengo se encomendó a sus veteranos, y le pasó el peso del partido a Marquinhos, a Balbi, a Olivinha, a Mineiro, a Hettsheimeir. Ellos se hicieron cargo del momento, pusieron más ganas en defender de lo que lo hacen normalmente (poco) porque vieron que el juego, el torneo y la autoestima se les iba, y clavaron un parcial de 23-7 para sacar su máxima, 61-66. Quimsa pareció desorientarse. Le faltó sobre todo claridad ofensiva para superar el momento. Tomó casi todos malos tiros y perdió varias pelotas. No estaba pasando su mejor momento.

Pero revivió en el último período con Brandon Robinson. A esta altura, con 10 minutos finales del torneo, no había margen para guardarse nada. Y en tema piernas, Flamengo iba a pérdida. En experiencia, muy a favor. Y perdieron las piernas. Y a la experiencia se la comieron las ganas de Quimsa, el coraje de Ramírez Barrios para pelearle mano a mano a tipos que le sacaban 10 centímetros, la voluntad de extranjeros que conocieron a sus compañeros hace una semana, y sobre todo el compromiso. De estar 71-75 abajo pasó a ganar 87-79 (16-4), a 2m11s del final.

Y lo mantuvo con personalidad, con inteligencia y con una enorme entrega defensiva para aguantarse los últimos embates de un Flamengo que nunca se sintió cómodo, que pecó de tibio en defensa, y que se rindió ante un rival que, en definitiva, jugó mejor básquet. Fue 92-86 para Quimsa (26 de Robinson, 17 de Simpson), título para los santiagueños, y una provincia y un país atrás que lo festeja. ¡Felicitaciones campeones!

Fuente: basquet plus

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