Debieron pasar once largos años para que Emelec volviera a imponer el poderío que supo tener a lo largo de su rica historia dentro del fútbol ecuatoriano. Fueron momentos duros, con golpes sucesivos que hicieron que los títulos comenzaran a viajar más seguido hasta Quito, repartidos entre los que conseguía Liga de Quito, Deportivo Quito o El Nacional.
Impensadamente, la gloria llegó hasta la ciudad de Cuenca, donde el Deportivo Cuenca consiguió en 2004 la primera y única consagración de su historia hasta el día de hoy. Pero aquel doloroso pasado, con cuatro subcampeonatos y un tercer puesto entre 2003 y 2012 ya quedó atrás. Hoy, el Bombillo atraviesa un presente a pura satisfacciones y esta noche recibirá aRiver, que vuelve a un remodelado Estadio George Capwell para jugar por la Copa Libertadores, luego de su última visita, 14 años atrás.
Emelec volvió a lo más alto entre 2013 y 2015, cuando se consagró tricampeón de la Serie A del Campeonato Ecuatoriano. En 2016 fue subcampeón y perdió la final ante Barcelona, en el Clásico del Astillero, donde se enfrentan los dos equipos más importantes de la ciudad. Ahora se ubica líder del torneo con 23 unidades, al igual que Delfín Sporting Club, de la ciudad de Manta, rival con el que empató 3-3 en un vibrante partido durante la última fecha.
Fundado un 28 de abril de 1929, el club celebrará el próximo viernes sus 88 años, luego de jugar ante River en el tercer partido del Grupo 3 de la Copa Libertadores, que lo tiene segundo con tres unidades, las mismas que Independiente Medellín y Melgar -tienen un encuentro más disputado-. En sus dos primeros partidos, cayó 1-0 con Melgar en Perú y le ganó 1-0 al DIM como local. Ahora, será la tercera visita del Millonario ante un rival que podría considerarse un tocayo, ya que también tienen, entre sus varios apodos, el de «Los Millonarios».
La primera visita oficial fue por Copa Libertadores el 9 de mayo de 2001 en la idea de los octavos de final. Aquella noche, Emelec se impuso por 2-0 con goles de Pedro Aguírrez y Moisés Candelario. Luego, en Buenos Aires, fue triunfo 5-0 de River para alcanzar la clasificación. Posteriormente, se volvieron a cruzar el 13 de marzo de 2003 por la fase de y el conjunto ecuatoriano volvió a ganar 3-1 con goles de Óscar Pacheco, José Manuel Rey y Otilino Tenorio, mientras que Esteban Fuertes marcó el descuento.
Más allá de la historia, el presente también marca un fuerte poderío del equipo de Guayaquil en su casa. En lo que va del año, disputó ocho partidos en el Capwell: ganó seis y empató dos, con 12 goles a favor y tan solo tres en contra. Entre esos duelos se incluye el triunfo 1-0 frente a Independiente Medellín del 13 de abril y la victoria 1-0 ante Barcelona en el clásico disputado tres días más tarde. Pero eso no es todo: de los últimos 100 partidos que jugó en su casa, desde finales de 2013 hasta la actualidad, ganó 71, empató 20 y perdió solo nueve veces, dos de ellas por Copa Libertadores: 2-1 con Flamengo en 2014 y 3-2 con Pumas de la UNAM en 2016.
Emelec se encuentra participando de su octava Copa Libertadores de forma consecutiva y a lo largo de su historia ha sido protagonista de 26 ediciones. Su mejor resultado lo consiguió en 1995, cuando llegó a semifinales y perdió frente Gremio de Brasil, que luego fue campeón. Sin títulos internacionales, estuvo cerca de ser el primer ecuatoriano en conseguirlo cuando fue finalista en su cuarta Copa Merconorte, en 2001, pero cayó en la final ante Millonarios de Colombia. Además, también jugó ocho Copas Sudamericana y dos Conmebol.
Los argentinos del plantel, con pasado xeneize
Son tres los futbolistas argentinos que juegan actualmente en el Bombillo de Guayaquil. Uno de ellos es el mendocino Esteban Dreer, arquero nacionalizado y titular de la Selección de Ecuador. Sin un paso resonante por la Argentina -jugó en Arsenal y en Santamarina de Tandíl-, se mudó en 2007 a FBK Kaunas de Lituania, luego llegó a Ecuador en 2009 para jugar en Deportivo Cuenca y en 2012 dio el salto a Emelec, donde se consagró. Debido a sus actuaciones, en 2015 fue convocado por el técnico Gustavo Quinteros para el seleccionado ecuatoriano, viajó a la Copa América 2015 y a la Copa América Centenario 2016 y ya es fija indiscutida para las Eliminatorias, a los 35 años.
«Será un partido muy difícil, complicado, pero creo que estamos capacitados para hacernos fuertes de local. La base de la Copa es tratar de sacar los puntos en casa. Se va a dar un juego abierto, sabiendo que ellos tiene jugadores de mitad de cancha para delante importantes, como lo tenemos nosotros también», comentó Dreer, en declaraciones a la prensa local. «Sabemos que River ha hecho cosas importantes en lo internacional, es uno de los mejores del mundo, pero con el respeto que se merece, me parece que estamos en condiciones de sacar un buen resultado acá».
Dentro del plantel también se encuentra el delantero Marcos Mondaini, surgido de las inferiores de Boca y reconocido hincha. Debutó en 2004 y, sin lugar, pasó a Emelec en 2006.
Tras un buen año en Ecuador, volvió a Boca en 2007 e integró el plantel que ganó la Copa Libertadores, donde compartió plantel con Jonatan Maidana. Pero no pudo afianzarse y empezó a girar: pasó por Barcelona de Guayaquil, Nacional de Uruguay, volvió a Boca, partió a Atlético Nacional de Colombia y hasta jugó en Chivas USA de la MLS. Finalmente, en 2012 regresó a Emelec, donde se convirtió en otra de las figuras del equipo. Este año, tiene un gol en 13 partidos.
«No le pediría la camiseta a nadie de River», señaló un tajante Mondaini, en la previa del partido. «Será un partido especial y tenemos que ganar para consolidar a Emelec en la Libertadores. Por cómo se dieron los otros resultados, por cómo viene el grupo en general, conseguir el triunfo ante River es muy importante para lo que viene porque tenemos que jugar en el Monumental», añadió, y luego se refirió a su pasado xeneize. «Estuve en Boca hace 10 años, hice las inferiores ahí y me crié ahí. Tengo un cariño especial además de ser hincha. Compartí plantel con Jonatan Maidana, no somos amigos, pero tenemos buena relación. Si nos cruzamos, capaz lo chicaneo un poco», agregó después. Esta semana, ante la inminencia del partido, aflojó, incluso con una sonrisa: «Lo que pasa es que no soy de pedir camisetas, pero creo que al final la voy a cambiar con Jony».
El otro argentino que integra la planilla es el joven Bruno Vides, la revelación del año del conjunto de Guayaquil. Llegó proveniente de Sarmiento, donde jugó solo seis partidos del torneo -dos de titular, sin goles- y se ganó un lugar a fuerza de goles: ya suma cinco en 13 juegos. Es salteño, delantero, tiene 24 años, se formó en Juventud Antoniana y pasó a las inferiores de Lanús, club en el que debutó en 2012. Antes de jugar en Junín, también pasó por Deportes Copiapó de Chile y Universidad Católica de Ecuador.
Confeso hincha de Boca, Vides sueña con hacerle un gol a River. «Más allá de ser hincha de Boca, marcarle a un rival como River sería un sueño cumplido. Toda mi familia está allá, aunque acá tengo a mi hija Ema y a mi mujer Anabela, que me hacen el aguante siempre», sostuvo en el diario Olé. Eso sí, tiene un hermano de 12 años que es del Millonario, por lo que intentará intercambiar camiseta con Lucas Alario. «Voy a ver si me arrimo a (Lucas) Alario para pedírsela. Sería lindo cambiar la camiseta con él, porque Benjamín (su hermano) se pondría muy contento».
Fuente: la nación