Redujo a un niño que robó, pero lo protegió de una golpiza

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Los hechos de violencia urbana, como el reciente linchamiento a dos adolescentes en el centro de Córdoba que generó una encendida polémica en la sociedad, no tienen todos las mismas reacciones de sus protagonistas.

Tal es el caso de Magdalena Moyano, una estudiante de psicología de 22 años, oriunda de Villa María y residente en la capital cordobesa, quien se vio involucrada de manera inesperada en un episodio que la dejó con una amarga sensación.

En diálogo con Cadena 3, la joven contó que, hace un mes, vio cómo un niño de 10 años, que se trasladaba en bicicleta, le quitaba el teléfono celular a una mujer en barrio Nueva Córdoba, frente a la sede de la Policía Federal.

«Fue una situación muy triste. Desconcertada, paré la bicicleta y el nene perdió la estabilidad, se cayó y el celular quedó en el piso. La mujer lo recuperó y yo estaba ayudando a levantarse al chico, que yo misma había tirado, para que se vaya», relató.

«Entretanto, vino un hombre de 40 años, que lo cuadriplicaba en tamaño, y comenzó a pegarle. Entonces, abracé al nene y empecé a decirle que, por favor, no le pegara», prosiguió.

«Se sumaron más para golpearlo en las cabeza y yo, con el cuerpo, lo protegía. Logré levantarle la bicicleta y se terminó escapando por avenida Irigoyen en contramano», agregó.

La joven contó que en ese momento sintió «mucha bronca e impotencia al no poder manejar la situación». «Después, pensando en frío, sentí mucha impotencia por la sociedad en que estamos viviendo», confesó.

«Luego, caminé unas cuadras y empecé a llorar por toda la tristeza que me había pasado. A la mujer le robaron el celular, pero al niño, la infancia», concluyó.

Cadena 3

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