Desde el martes a las 04:00 hora local, «cualquier persona de más de 12 años que quiera viajar a Reino Unido deberá presentar un test negativo (antígeno o PCR)» efectuado máximo 48 horas antes de partir, para «frenar la importación de la nueva variante», precisó el ejecutivo en un comunicado el sábado por la noche.
Esta nueva obligación fue muy mal acogida por la industria del turismo, que apenas empezaba a recuperarse tras el impacto de la pandemia.
Clive Wratten, director de la Business Travel Association, la calificó de «mazazo» para el sector mientras que Tim Alderslade, de la asociación de compañías aéreas Airlines UK, la consideró «prematura», a falta de tener todos los datos clínicos sobre Ómicron.
«Ya sé que es una carga para la industria del viaje pero hemos hecho enormes progresos en este país», con cerca de 81% de mayores de 12 años vacunados y una dosis de refuerzo administrada a 34% de la población elegible, replicó el viceprimer ministro Dominic Raab, en Sky News.
«Debemos tomar medidas precisas para impedir que la nueva variante se implante en el país y cree un problema aún mayor» aseguró.
Reino Unido ha detectado hasta ahora 160 casos de la variante Ómicron.
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