La líder del partido socialdemócrata alemán (SPD) anunció este domingo su dimisión tras la derrota de su fuerza en las elecciones europeas, lo que debilitó todavía más la coalición gubernamental de Angela Merkel, cuyo partido también un magro resultado a pocos meses de importantes comicios regionales.
Andrea Nahles tuvo que soportar fuertes críticas desde la debacle del SPD precisamente en las europeas, cuando registró su mínimo histórico al recabar el 15% de los votos, quedando por detrás de los Verdes (20%).
«Las discusiones dentro del grupo parlamentario y las numerosas reacciones del partido me mostraron que ya no cuento con el apoyo necesario para ejercer mis funciones», declaró en un comunicado.
La primera mujer dirigente del SPD ofreció así su renuncia, dos días antes de que tuviera lugar una votación interna que debía decidir su suerte. También renunció a su acta de diputada, según un portavoz de la formación.
La salida de Nahles, que desde que asumió el cargo tuvo que soportar las críticas y el acoso de sus oponentes dentro del partido, que defendían que el SPD abandonara la coalición gubernamental, podría acelerar la descomposición del Ejecutivo.
En el SPD se están planteando si dejar la alianza formada con la CDU de Angela Merkel, a riesgo de provocar elecciones anticipadas y una salida prematura de la canciller, cuyo mandato termina en 2021 y, según ha anunciado, será su último.
Los socialdemócratas habían previsto decidirse sobre esta cuestión en septiembre, en la mitad del mandato, coincidiendo con unas elecciones regionales delicadas en tres demarcaciones de la antigua Alemania del Este: Brandenburgo y Sajonia (septiembre) y Thuringia (octubre). En esos «Länder», la ultraderecha del AfD espera duplicar los resultados del partido democratacristiano (CDU).
Volver a ser oposición
La coalición gubernamental, la «GroKo», formada en 2018 pese al rechazo de parte del SPD, que va saltando de crisis en crisis desde hace meses, parece más amenazada que nunca. Y así lo reconocen, incluso, algunos de sus defensores.
«A quienes se alegran por su partida: es una gran pérdida para la política alemana. Nahles defendía la existencia de la GroKo, cuya estabilidad está ahora en tela de juicio», lamentó Harald Christ, vicepresidente del foro económico del SPD en el tabloide Bild.
Las ganas de darse una «cura» de oposición han ido ganando fuerza dentro del partido más antiguo de Alemania desde su catastrófico resultado en las legislativas de 2017, que lo llevó en ese entonces a romper la GroKo. Pero meses después, en medio de una crisis política en el país luego de que no pudiera formarse gobierno, decidieron finalmente renovar la coalición y permitir el cuarto mandato de Merkel, ante el rechazo de muchos de sus miembros.
Uno de los pesos pesados del partido, Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas, consideró en la prensa que esta nueva GroKo no debía repetirse después de 2021, pues «tres grandes coaliciones consecutivas no benefician a la democracia alemana».
Por su parte, la CDU expresó su preocupación al respecto y afirmó que reflexionará sobre cómo mantener la coalición actual en una reunión el domingo por la tarde.
Pero su líder, Annegret Kramp-Karrenbauer, que sustituyó hace un año a Merkel al frente del partido y que se perfila como posible sucesora de la canciller, también atraviesa momentos difíciles desde las elecciones europeas, en las que la CDU quedó en cabeza pero con su mínimo histórico.
Y mientras, los Verdes continúan su ascenso. El sábado, lideraron por primera vez en las encuestas de intención de voto a nivel nacional (27%), por delante de la CDU (26%) y del SPD (12%).
Con información de AFP
Fuente: Infobae