«La gloria de Dios maneja mi vida”, recita uno de los hits, del cantautor argentino- venezolano Ricardo Montaner, quien logró desplegar sus dones artísticos y vivir una vida de éxitos. Bajo un aire cálido recordó sus comienzos con DiarioShow: «Mi papá quería que fuera abogado. Al principio, me inscribí en la universidad de Maracaibo para estudiar periodismo pero estaba inseguro, porque yo sabía que quería dedicarme al mundo de la música. Para ese momento tenía 18 años y ya había estado en una banda de rock con la que hacíamos varios temas. A los 19 grabé mi primer sencillo que lo pagó un productor que me conocía y quería que me lance como solista. A partir de ahí me enamoré de esta carrera y mi papá me terminó bancando, porque una vez me escuchó cantar con todo el grupo y me dijo: ‘Vos vas por acá’. Ahí me largué”.
Actualmente es jurado de “La voz argentina”, uno de los realities musicales más importantes del mundo, cuyo formato ya probó Estados Unidos y España. Sin embargo, no es la primera vez que lo realiza, dado que formó parte del ciclo en Colombia y México.
Pese a su experiencia con el programa remarca que vivirlo en Argentina es distinto. “Es el que más disfruto porque se trata de mi país y mientras estoy acá, me hace bien despertarme en mis raíces. Yo soy de Avellaneda pero tengo familia repartida en Monte Grande y Valentín Alsina. Como estoy acá por el proyecto, los visité a todos, hicimos grandes asados y nos quedamos a dormir juntos, fue muy lindo”.
¿Y de qué hablaste con tu familia?
«De muchas historias. Mi tío Pico tiene 86 años y es de los tipos mas lúcidos que conozco. Recordamos sus maratones y que fue corredor de ciclismo. Nos acordamos de mi abuelo Laurentino que murió a los 101 y era una persona con mucha energía. Él era guitarrista y conquistó a mi abuela cantándole serenatas arriba de un caballo. También era actor y hacía obras, tengo mi base familiar.. -risas- “, recordó.
Con una formación amplia y trayectoria consolidada, Ricardo confesó que le hubiese gustado tener un programa como ‘La voz’ en sus comienzos para poder participar: “Es una carrera larga y complicada, hubiese estado bueno. Por eso creo que con la gran inversión y esfuerzo que realizó Telefé y la proyección que tiene el ciclo, los que están lo tienen que aprovechar al máximo. Si ganan, sostenerlo. Le tienen que meter y sacarle jugo a las oportunidades, este tipo de programas acorta caminos, pero después tienen que mantener el éxito con el tiempo”.
En lo que respecta al apellido Montaner, Ricardo supo trabajarlo durante 30 años y posicionarse dentro del mundo artístico con gran virtuosismo. En la misma línea, sus hijos Mau y Ricky supieron sentar las propias bases de su carrera.
“Yo les dije que usen el apellido sin rollo, pero quisieron despegarse del ‘Montaner’ y hacer su propio camino, lograr su marca. Un día con gran sabiduría me contestaron ‘esa popularidad te la ganaste vos, nosotros no podemos cargarla en nuestros hombros, tenemos que gestar la propia’. Hoy van a entrevistas solos y crean su propia música”, cuenta con orgullo.
¿Los asesorás con la música?
“Sí, los ayudo a componer. Hay palabras que no me gusta que pongan en sus canciones, sobre todo porque el lenguaje de la música actual es muy lanzado y yo no comparto. Obvio que no me prestan atención con eso y hacen la suya, pero mi trabajo como padre y artista lo cumplo”.
Mientras Mau y Ricky lanzan hits y su hija Evaluna está con un pie en el altar, triunfando con su participación en la animación de filmes, Montaner se debate entre dos banderas: Argentina, su alegría y Venezuela, su tristeza. El artista adquirió gran parte de su formación en el país liderado por Maduro y dio su opinión del panorama sombrío que viven. “Lo que está pasando es una calamidad. Me quedaron allá amigos y familia que no puedo ir a visitar porque si voy, no se si vuelvo. La situación es muy fuerte, hay niños que se mueren de desnutrición y la gente no tiene medicina para sus enfermedades”, lamentó.