River no consigue levantar cabeza en la Superliga y la crisis es cada vez más profunda. El Estadio Néstor Díaz Pérez volvió a traerle malos recuerdos luego de la histórica eliminación en la Copa Libertadores que sufrió el año pasado. Perdió 1-0 contra Lanús, sin dar atisbos de reacción.
Poco demostraron de uno y otro lado durante los 45 iniciales en Lanús. El arranque fue eléctrico. Lo tuvo Fernando Barrientos con un disparo de afuera del área, pero más clara fue la de Ignacio Scocco desperdiciando un gol abajo del arco.
La presión de Leonardo Ponzio sobre la salida de Román Martínez tuvo un efecto inmediato en el ataque del Millonario. El capitán se marchó en soledad hacia el arco pero quizás temerosos de sus limitaciones optó por jugar hacia el medio. Nacho no estaba atento y terminó impactando mal el balón, enviándolo lejos de un arco que no tenía oposición.
El Granate fue creciendo lentamente en cuanto al juego y aprovechó la combinación entre la presión y la explosión para incomodar. Así llegó un remate alto de Acosta y también la apertura del marcador.
El cambio de frente de Gonzalo Martínez fue interceptado por Alejandro Silva cuando el reloj señalaba la media hora de juego. La cesión rápida a Román le permitió trazar una diagonal. La pelota cayó en los pies del Laucha, que abrió bien el pie y se topó con la resistencia de Franco Armani. El rebote corto lo aprovechó el propio Silva par enviar el balón al fondo de la red.
En la última del primer tiempo, Román Martínez la picó para habilitar a Germán Denis, quien intentó pegarle de volea en el punto penal, pero Armani en esta ocasión estuvo ágil de piernas y despejó el peligro.
El encuentro se transformó en un tablero estratégico con River empujando sin claridad y Lanús intentando conectar una contra, sin la efectividad necesaria. En ese contexto, el balón rondaba el área del equipo local, pero el peligro se generaba en la visitante.
Algunos disparos desde afuera del área del Pity Martínez que se fueron lejos y un cabezazo de Rodrigo Mora que desvío Andrada, fueron las únicas advertencias que lanzó un pobre River.
De la vereda de enfrente respondieron un potente remate de Acosta que tapó Armani con una mano y un zurdazo alto del propio Laucha tras quedar mano a mano con una habilitación de Gastón Lodico.
El partido se esfumó casi sin riesgo de que la distancia mínima en el marcador se modifique. Los conducidos por Ezequiel Carboni llegaron hasta la línea de 18 unidades e igualaron la línea de su rival de turno.
River, que está a cinco puntos de los últimos puestos de clasificación a la Copa Sudamericana, ya acumula 7 derrotas en 15 presentaciones, completando su estadística con 3 empates y 5 victorias.
