Un ladrón perpetró un insólito asalto en un comercio de Quilmes, Buenos Aires: el individuo se despidió de la víctima con un beso en la mejilla, le pidió perdón y hasta se justificó, ya que le explicó que lo hacía porque «lo necesita».
Sucedió el martes por la noche en una pescadería, ubicada en Mitre y Hernández. El delincuente ingresó como un posible cliente y se acercó al mostrador donde atendía una mujer.
Comenzó a distraerla, haciéndole preguntas sobre precios y, cuando la vendedora se dio vuelta, tomó su celular y acto seguido le exigió el dinero de la caja.
Todo quedó registrado en un video de las cámaras de seguridad del local.
«Es un robo. Pasame la plata. Es un robo. ¡Dale, dale, dale!», dijo el ladrón ante la sorpresa de la empleada, que tomó los billetes de la caja para dárselos rápidamente.
La víctima le preguntó al delincuente: «¿Por qué haces esto?», a lo que el ladrón le dio un beso en la mejilla y le respondió: «Lo necesito, ma. Ya sé que no puedo, pero lo necesito«. Por último, le pidió que «se quede tranquila» y se retiró del lugar.
