El domingo los romanos votarán para alcalde y todo parece indicar que por primera vez una mujer será la autoridad máxima en la milenaria ciudad italiana.
Virginia Raggi, una abogada y concejal de 37 años, saltó del anonimato para convertirse en una de las políticas más conocidas del país en apenas unos meses de campaña.
Su victoria al frente del populista Movimiento 5 Estrellas (M5S), un partido anti sistema fundado por Bepe Grillo, sería un retroceso para el primer ministro Matteo Renzi, del centrista Partido Democrático.
Más de nueve millones de votantes están habilitados para votar el domingo en la segunda vuelta para 126 comunas, incluyendo Roma, Milán, Nápoles, Turín y Bologna.
El partido gobernante de Renzi se enfrenta a posibles derrotas enRoma, Milán y Turín.
En la capital, Raggi obtuvo un 35% de los votos en primera vuelta, por encima del 24% de Roberto Giachetti, del Partido Democrático.
«Estamos vivendo un momento histórico», dijo Raggi el pasado 5 de junio tras la primera vuelta.
El M5S se opone a la política tradicional italiana, lo que en Roma significa plantearse como una alternativa a la degradación de los servicios públicos y a una extendida red de corrupción.
Actualmente, docenas de empresarios, funcionarios y políticos romanos se encuentran siendo juzgados por su participación en una red criminal de corrupción que habría costado cientos de millones de euros a la ciudad.
Las acusaciones incluyen el desvío de fondos y la compra de materiales de baja calidad para la obra pública, en un escándalo conocido como Mafia Capitale.
Según Mario Calabresi, editor del diaro La Repubblica, los comicios del domingo «dejarán una marca en la política italiana y un posible quiebre con el sistema establecido».
