El Tribunal de Berlín declaró en la víspera al ruso Vadim Krasikov, alias Vadim Sokolov, culpable de haber matado a tiros a un exdirigente separatista checheno en un parque de la capital alemana y concluyó que este asesinato fue directamente ordenado por las autoridades rusas.
Acto seguido, Alemania anunció la expulsión de dos diplomáticos rusos.
«Todo esto forma parte de los episodios desagradables de nuestras relaciones bilaterales, pero creemos que esto no puede influir la instauración de un diálogo entre el presidente (Vladímir) Putin y el nuevo canciller alemán» Olaf Scholz, aseguró Peskov.
Por su parte, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores denunció el jueves una decisión «infundada» y «totalmente ajena a la realidad».
En un comunicado, advirtió a Alemania de que Rusia «tomará medidas» recíprocas como respuesta.
Tornike Kavtarashvili, de 40 años, había combatido contra las fuerzas rusas entre 2000 y 2004. Vivía desde 2016 con su familia en Alemania, donde había solicitado asilo.
Según la fiscalía alemana, el condenado disparó dos veces contra la víctima y una tercera vez en la cabeza, cuando ya estaba en el suelo. Krasikov fue detenido poco después.
El Kremlin siempre negó cualquier implicación en este crimen.
Ámbito