En el día después del descontrol, los ministros de Seguridad de la Nación y la Ciudad, Sabina Frederic y Diego Santilli deslindaron responsabilidades en el otro sobre los desmanes en el marco del operativo del funeral de Diego Armando Maradona y sobre quién dio la orden de interrumpir la fila de seguidores para ingresar a la Casa Rosada, lo que provocó los hechos de violencia durante el homenaje.
Por primera vez desde que se produjeron los desbordes, Sabina Frederic se pronunció sobre la organización del operativo de seguridad. En una entrevista radial, reconoció que todo el “dispositivo” y la “coordinación” lo tenía Presidencia de la Nación, pero que el control en materia policial estaba “dividida” entre las jurisdicciones de las fuerzas, por lo que apuntó contra el Gobierno de la Ciudad por los hechos de violencia en las calles del centro porteño.
“Diego Santilli me dijo ‘si no reprimimos, van a ir a Plaza de Mayo’ y yo le dije que dejen que vengan”, señaló la ministra de Seguridad de la Nación. “Hablé y le pedí por favor que parara la represión, que contuviera a la gente sin disparar”, resaltó.
Los primeros incidentes se registraron cerca de las 14, cuando la Policía de la Ciudad cortó el paso de los seguidores de Maradona en la intersección de Bernardo de Irigoyen y Avenida de Mayo. En ese marco, agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires lanzaron granadas de gas lacrimógeno y dispararon balas de goma sobre hinchas que pugnaban para llegar a la despedida en la sede del Poder Ejecutivo.
Según Frederic, esa decisión fue “inconsulta” ya que en ese momento se estaba evaluando cómo continuar el operativo para toda las personas que no iban a llegar a despedirse del féretro del astro futbolístico. “Nosotros estábamos evaluando qué hacer, la Ciudad se adelantó y tomó una decisión inconsulta cuando le avisa la gente en Constitución que no iba a poder visitar el féretro. Ahí es cuando se desmadra”, explicó Frederic en diálogo con FutuRock.
De acuerdo a su interpretación, esa tensión en la zona del barrio Constitución generó tensión sobre las personas que estaban en el vallado en la Casa Rosada. “El desbande de la gente huyendo de la represión hizo más presión sobre la Plaza de Mayo, ahí es donde decidimos cerrar las rejas y se desordena el corredor”, aclaró.
En ese momento es cuando un grupo de hinchas logra romper las vallas, quebrar el operativo de seguridad e irrumpir en el Patio de las Palmeras, en el interior de la Casa Rosada. La funcionaria relató que en ese momento ingresó el personal de Policía Federal, que fue “retirando de a poco” a los seguidores de Maradona “sin ejercer la violencia”.
“No hay arrepentimiento sobre el operativo”, sostuvo Frederic. Además, dio precisiones sobre el final del homenaje y qué definiciones se tomaron: “Evaluamos sacar el féretro en helicóptero. Nosotros tenemos que cuidar a la gente, aunque sean barrabravas. Había mucho chiquito, mujeres todas las personas tienen derecho a que el Estado resguarde su seguridad por eso se decidió que salga por Hipólito Yrigoyen”, consideró acerca del final de operativo y el recorrido de los restos.
“El balance es positivo, no digo que tenemos un 10 pero permitimos que una importante mayoría de la gente pudiera despedirse”, concluyó.
Ayer a la tarde, cuando se desencadenaron los primeros hechos de violencia, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, también había acusado al gobierno porteño por los incidentes. “Le exigimos a Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro. “Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona”, dijo.
La visión de la Ciudad de Buenos Aires
El gobierno a cargo de Horacio Rodríguez Larreta replicó a las críticas desde Nación y reiteró que la Policía de la Ciudad solo “colaboró”, ya que la despedida “fue organizada por el Gobierno nacional”. En su visión el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli señaló que la ceremonia podría haber durado más tiempo, aunque aclaró: “No soy quién para juzgar cómo se hace un velatorio”.
“Cuando se anuncia que el cortejo fúnebre salía a las 16 horas, entonces decías, ‘cómo se hace, ¿se va a ir en paz la gente que no puede verlo?’”, evaluó el funcionario de la Ciudad. “El Gobierno sabía que podía haber un millón de personas”, resaltó.
Según el ministro porteño, lo que desencadenó la violencia fue que “aparecieron desbordes con algunos violentos” en la zona de Constitución. “¿Qué hubiera pasado si nosotros nos retirábamos de 9 de julio y Avenida de Mayo?”, se preguntó hoy ante la consulta sobre la decisión que se tomó y desembocó en graves incidentes.
En esa línea, también dio una versión diametralmente opuesta a lo que ocurrió al inicio de los desmanes. “Nos pidieron la interrupción de la fila a la altura de 9 de Julio y Avenida de Mayo y que el resto de la gente pudiera despedirlo cuando se trasladaba el cortejo fúnebre. Entonces empezamos a interrumpir la fila y ahí aparecieron los violentos con micros y barrabravas”, completó en declaraciones a radio La Red.
Para Sabina Frederic, sin embargo, el comentario del funcionario de la Ciudad no se ajusta a los hechos. “Todos sabíamos que iba haber enojo y desmán. Nosotros estábamos tratando de convencer a la familia pensando que el féretro pase por 9 de julio. Trabajo muy bien con Santilli y voy a seguir trabajando, pero lo que dice es falso”, concluyó en radio Metro.