Por ese motivo fueron sacrificados 215.000 pollos en una granja de la ciudad de Puiflijk, cercana a la frontera con Alemania. Ahora se suman los de otros dos establecimientos avícolas ubicados en el norte y oeste del país.
En ambos casos, las autoridades sospechan de un «foco muy contagioso de la variante H5», indicó el ministerio de un comunicado, donde afirmaron que «las dos granjas fueron desinfectadas para evitar cualquier propagación de la enfermedad». «Ninguna otra granja de aves se sitúa en un radio de un kilómetro» alrededor de estos establecimientos, anunciaron.
Los Países Bajos son uno de los mayores exportadores de pollo y huevos de Europa. Desde octubre, distintos focos de gripe aviar obligaron a las autoridades a tomar medidas de restricción para el transporte y cría de las aves y muchas de ellas tuvieron que ser sacrificadas.
Se registraron focos en Rusia y Kazajistán el pasado verano (boreal) y, al parecer por los hechos sucedidos, progresa hacia el oeste. Suecia, Irlanda, Francia y el Reino Unido reportaron la aparición de focos en sus granjas.
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