Pese al calor que golpeaba fuerte al suelo bandeño, los ponchos rojos entreverados con las banderas amarillas y el repiquetear incansable de los bombos acompañaron la nueva procesión al Señor de San Gil que desde su Sacha Pozo vino a cumplir con una tradición centenaria.
Pasado el mediodía de este jueves, la procesión iniciaba su camino por las calles bandeñas y miles de fieles, a lo largo del recorrido, se fueron sumando para tomar gracia y recibir la bendición del patrono de los humildes y los enfermos de cáncer.
Al son de los bombos y a paso rápido los promesantes acompañaron el largo viaje que se inició en la madrugada hasta llegar a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes –a las 15:20- donde el obispo diocesano Vicente Bokalic y el padre Álvaro Iñiguez Barba le dieron la bienvenida a la sagrada imagen.
“Jesús el hijo de Dios derramó su sangre para pacificarnos, para reconciliarnos, vino a unir a aquellos que estaban separados. Si queremos honrar a Nuestro Señor San Gil debemos ser trabajadores de la reconciliación para vivir en paz y luchar por los que están desamparados”, expresó el obispo.
Asimismo destacó: “Ellos dieron su vida por rescatar a los pequeños y los débiles, por defender la fe; entonces debemos prometer ser fieles, ser instrumentos y trabajadores incansables, porque San Gil camina con nosotros, defiende y acompaña nuestra fe”.
Posteriormente los fieles pudieron tomar gracia antes de su retorno a la capilla ubicada en la localidad de Sacha Pozo, donde el primero de septiembre se realizará su fiesta patronal.