Todo comenzó con un anuncio en internet que prometía a los sanjuaninos capacitarlos para convertirse en Auxiliares de Cabina. Según la publicidad, el curso se dictaría durante cinco meses en los que se verían once materias.
Las «víctimas» comenzaron a cursar en junio en un hotel céntrico tras abonar una inscripción de $200 y una cuota mensual de $800. Los once espacios curriculares de un principio se redujeron a ocho, y en vez de realizarse dos veces por semana, terminó siendo de cuatro al mes. Ese fue el primer llamado de atención.
Sin embargo, el fraude quedó al descubierto cuando un profesor les preguntó por el apto físico que deberían tener para poder hacerlo con todas las habilitaciones correspondientes. Al investigar un poco más descubrieron que el curso no estaba avalado por ningún ente nacional y que no tenían conocimiento de que se estuviera realizando en San Juan.
Ante ello, 22 personas, entre estudiantes y profesores (que manifestaron desconocer la informalidad de la organización), radicaron la denuncia en la policía. Hasta el momento no hay detenidos.
