A fines de octubre la Fiscalía de Delitos Económicos de Mar del Plata había advertido que se detectaron las primeras estafas por internet para el verano y daba indicaciones para no caer en la trampa que, pese a no ser nueva, no deja de sumar víctimas que ven trunca su posibilidad de disfrutar de unos días de descanso.
«Este problema de los alquileres truchos en la costa se viene agravando desde hace cuatro años. El promedio de la pérdida económica por cada estafa ronda los 15 mil pesos, que son los adelantos que se pagan para asegurar el alquiler», afirmó el abogado Javier Miglino.
Según expresó, «los balnearios con más denuncias son Mar del Plata, Pinamar, Villa Gesell y San Bernardo. Ya hay más de 100 denuncias formales por estafas con estas características en los distintos departamentos judiciales. Se repite el esquema de la temporada anterior, aunque es probable que tengamos más hechos este año».
El verano anterior fue apresada una banda dedicada a las estafas por alquileres integrada por tres cordobeses que operaban desde sus casas, pero con métodos sofisticados para burlar el rastreo de la computadoras. Previamente habían dejado un verdadero tendal de familias estafadas y se calcula que lograron recaudar más de un millón de pesos.
«Es muy duro escuchar a los damnificados. En mi estudio ya tuvimos 30 consultas y estamos acompañando a las familias, que son de todo el país. La sospecha es que hay grupos delictivos que vienen actuando desde Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Esto aparece por el cruce de información que realizan las fiscalías. Los grupos se reciclan», manifestó Miglino.
Asimismo, voceros de la fiscalía marplatense consideraron necesario que los usuarios realicen «una búsqueda previa en internet para conocer la existencia del inmueble que es ofrecido en alquiler y quién lo publica», precisando que «si se indican teléfonos o mails de contacto, previamente consultar en internet verificando si son reportados por otros usuarios como fraudulentos».
«Siempre tener presente que los conocidos buscadores de internet pueden ser una buena opción de cotejo de datos. Procurar realizar una investigación del usuario y la oferta con anterioridad a realizar cualquier depósito o envío de dinero», aconsejaron en la justicia.
Para Miglino, «cada estafa es un golpe no sólo al bolsillo de las familias, sino al corazón de todo el grupo, que en la mayoría de las ocasiones tiene que retornar a su hogar y suspender el descanso porque no hay posibilidades inmediatas de encontrar una solución al problema».
En la Defensoría del Pueblo de Mar del Plata, en tanto, recibieron casos de personas que abonaron sumas de varios miles de pesos y comprobaron luego que el anunciante desapareció de internet. «Se plantean casos de excesiva confianza, gente que ve una foto y alquila, pero es un ardid para tentarlos y quitarles su dinero», explicó Fernando Rizzi, defensor del pueblo de la ciudad en declaraciones sobre el tema.