En las calles de Hong Kong, periodistas de AFP vieron numerosos árboles caídos, andamios desparramados y ventanas rotas. Los medios locales dijeron que los vientos arrancaron paneles solares de los tejados de los edificios.
«Ayer daba un poco de miedo», dijo Angelie esta mañana mientras salía para ver a una amiga a pesar de la fuerte y persistente lluvia.
«En nuestra urbanización, había muchos árboles caídos y algunas ventanas rotas», explicó la mujer a la agencia AF.
Tommy Wang, comerciante, recuerda escuchar el silbido del violento viento mientras dormía en su pequeña tienda en el distrito comercial de Causeway Bay.
«No dejé la tienda porque el transporte no funcionaba. No tenía otra opción», aseguró.
El paso de la tormenta no causó tantos estragos como el tifón Mangkhut en 2018, que dejó más de 300 personas heridas en esta ciudad y seis muertos en China continental.
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