El hombre se muestra distendido, seguro de lo que piensa y dice. Raro para alguien que está a muy pocos días de plebiscitar cuatro años de gestión en la provincia más grande del país. Y Daniel Scioli se lo adjudica a su historia en el deporte. «Me enseñó a tener equilibrio mental en situaciones difíciles», dice para mostrar que su actitud no es una falsa actuación en público.
En un extenso diálogo con un reducido grupo de periodistas, del que participó Infobae.com, el gobernador bonaerense se mostró muy confiado en recibir el apoyo de los votantes, y hasta se animó a pronosticar que será «el candidato más legitimado de las primarias».
Claro, sabe que la candidatura de Mario Ishi, fogoneada, dicen, desde algún sector del kirchnerismo, puede ser interpretada como un intento del Gobierno nacional de acotarle algo del poder que puede significar un alto porcentaje de votos. Pero no hace caso de eso, ni de las colectores que, como la de Martín Sabbatella, fueron habilitadas para llevar en la boleta la candidatura de Cristina Kirchner enla Nación.
«Soy un hombre de fe, y un hombre de buena fe. No puedo estar pensando que el Gobierno hace cosas para joderme o para que no gane», afirma, y descarta que se evalúe qué puede suceder si saca más votos que la Presidente el próximo domingo.
Durante la charla, Scioli se mostró una y otra vez alineado con el Gobierno nacional, y dijo que no cree que pueda haber «cambios profundos» en el escenario político luego de los comicios. Traducción: espera su reelección y la de Cristina Kirchner.
«No preveo un escenario diferente para después de las elecciones. Confío en que haya un acompañamiento a lo que venimos haciendo. Sólo pienso en poder continuar lo que empezamos hace cuatro años», señaló, y dijo que espera un «acompañamiento» de los dirigentes del PJ.
«Después de las primarias seguramente vamos a reunir al Consejo del Partido Justicialista para reafirmar el apoyo que ya hemos dado a la reelección dela Presidente.Va a haber una dinámica que va a llevar a eso. Y no hablo tanto de los dirigentes, sino de los peronistas en general. De todas formas, tanto los gobernadores como los intendentes saben que el impacto positivo que las políticas nacionales tienen en los distritos. Y por eso habrá una clara intención de acompañar», sostuvo.
La campaña y su polémico spot religioso
En los últimos días, el spot de campaña que se lo muestra rezando en una iglesia junto a su esposa Karina Rabollini generó el rechazo de varios sectores, tanto políticos como eclesiásticos. Sin embargo, el Gobernador rechaza las críticas, dice que sólo se muestra como es, y que eso a la gente «le gusta».
«Sólo intento mostrarme cómodo en el lugar que estoy, sincero, tal cuál como soy en la vida cotidiana. Creo que hay que humanizar las campañas, poner en juego un conjunto de valores que me guían. Creo en Dios, creo en la familia, y quiero mostrar eso. No soy quejoso ni me gusta polemizar. Solamente llevamos adelante una campaña amigable. Y creo que a la gente le gusta que uno se muestre como es», señaló.
Y aprovechó para criticar a ciertos sectores que aprovechan ciertas situaciones conflictivas para sacar rédito político. «En la campaña me sorprende más otras cosas, como lo que sucedió en Ayacucho, donde un sector intentó utilizar políticamente una situación dolorosa, cuando nosotros decíamos que había que mantener la tranquilidad. Y no hablo de la gente, sino de quienes aprovecharon ese dolor genuino de la gente», afirmó.
La situación argentina frente a la crisis
Scioli también se sumó a las voces que defienden la situación argentina frente a la crisis financiera que golpea a los países centrales.
«Por las decisiones que se fueron tomando desde 2003 no tenemos los problemas que tiene el mundo. Mientras los países en crisis reducen la inversión y la asistencia social, en Argentina crece y se incorpora a más ciudadanos. Mientras aumento el desempleo en otros país, Argentina tiene la tasa más baja en muchos años. Lo mismo sucede con la deuda, con las reservas. Estamos en mejores condiciones de lo que vemos en otros países, que están hiperendeudados. Por eso creo que también el contexto internacional obliga a cerrar filas detrás de la Presidente», señaló.
Pese a su actitud habitual de no polemizar con sus rivales directos, Scioli tuvo unas líneas para Francisco De Narváez: «se fue desarticulando lo que propuso en 2009. En ese momento estaba con Solá, con Macri. Pero él tomó una decisión, y la gente lo evaluará», sostuvo.
Y para cerrar, dejó caer sus perspectivas para el domingo. «Con una buena participación de la gente, y una clara ventaja estamos tranquilos», dijo entre sonrisas, y vaticinó: «hay muchos radicales desencantados con el acuerdo de Alfonsín y De Narvéz que nos van a votar. Me lo dicen los intendentes. Y es porque el gobierno provincial los ha acompañado en todo momento, más allá del color político».