La autopsia realizada a primera hora de la mañana de este miércoles en la Morgue Judicial, a cargo del doctor Roberto Cohen, comenzó a despejar las dudas sobre el fallecimiento de Ana María Patricelli. La empresaria de 49 años, conocida públicamente por ser la pareja de Pablo Cabaleiro -el Mago sin Dientes, según su nombre artístico-, fue hallada sin vida por su hija mayor, Sofía Antonella, poco después de las 9 de martes en la habitación de su departamento de Palermo. Si bien se abrió una investigación por muerte dudosa, se trazó la hipótesis del suicidio: una bolsa negra cubría su cabeza.
No obstante, según informaron a Teleshow fuentes judiciales, los peritos certificaron que no hubo asfixia: Ana María murió de un paro cardíaco o una arritmia provocada por una congestión y un edema pulmonar. Presentaba además meningoencefalitis. Si bien todavía restan los análisis toxicológicos, en la habitación se hallaron pastillas para dormir y antidepresivos; sobre la mesa de luz había varias botellas de alcohol.
La autopsia también estableció la hora del deceso: entre las 7 y las 9, apenas un rato antes de que su hija ingresara a su cuarto. Y se comprobó que el cuerpo no tenía lesiones internas ni externas, lo que indica que no habrían participado terceras personas, descartándose así la posibilidad de que se tratara de un femicidio.
Patricelli fue vista con vida por última vez a las 2:50 del martes, cuando su hija regresó a su casa luego de varias horas de ausencia. Al notar que su mamá había consumido una importante cantidad de alcohol, debió acompañarla a su habitación para que se acostara. Antes de irse del departamento -en la noche del lunes-, Sofía la había escuchado hablar por teléfono con Cabaleiro.
En la mañana del martes, minutos después de las 9, la empleada doméstica tocó el timbre como lo hacía todos los días. Al notar que Ana María no respondía, incumpliendo con su costumbre habitual, Sofía se levantó para abrirle la puerta a la mujer. Preocupada, luego ingresó al cuarto de su madre y la encontró sin vida. La llegada de una ambulancia del SAME y su traslado inmediato al Hospital Fernández fueron en vano.