Un avión de pasajeros ruso se estrelló este viernes cuando volaba con sólo tres tripulantes a bordo, quienes murieron en el incidente, informaron las autoridades. Según los funcionarios de emergencia rusos, el Sukhoi Superjet 100 se estrelló en la región de Moscú.
El Comité de Investigación, la principal agencia estatal de pesquisa criminal del país, ya ha iniciado una indagación sobre el incidente.
El Sukhoi Superjet 100 es el primer avión comercial diseñado y construido en Rusia después de la era soviética. Debutó en 2008 y entró en servicio en 2011. El modelo bimotor, de fuselaje estrecho, posee la capacidad para transportar entre 68 y 108 pasajeros. El avión es un híbrido entre el diseño ruso y un sistema moderno de proveedores internacionales.
Otro Superjet se estrelló en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú en mayo de 2019, cobrando la vida de 41 personas, incluidos dos niños. Apenas cuatro minutos después de su despegue fue alcanzado por un rayo, causando un fallo en el sistema eléctrico y la pérdida de comunicación con el control de tráfico aéreo. El piloto debió hacer un aterrizaje de emergencia.
Una investigación del Comité de Investigación de Accidentes Aéreos de la Federación Rusa (ICR) culpó al piloto y concluyó que aterrizó el avión cargado de combustible sin quemar a una velocidad excesiva, un aterrizaje de tal brusquedad que provocó un incendio. Yevdokimov, el piloto que contaba con 6.800 horas de vuelo en su carrera, fue objeto de un escrutinio minucioso.
Los investigadores examinaron sus decisiones durante los momentos críticos del vuelo. Tras el impacto del rayo, el piloto asumió el control manual del avión, intentando regresar a Sheremétievo, reveló una grabación de audio de la cabina. Sin embargo, sus maniobras se vieron obstaculizadas por una serie de fallos técnicos y su propia gestión de la crisis.
En años posteriores, en vuelos operados por Aeroflot, los modelos experimentaron fallos en el tren de aterrizaje.
Tras los incidentes, la compañía, conocida principalmente por sus aviones militares, debió enfrentarse a las fuertes críticas a nivel nacional e internacional. Los accidentes recurrentes plantearon preguntas sobre la fiabilidad del modelo a pesar de haber obtenido certificaciones de seguridad de múltiples autoridades.
Desde que el avión entró en servicio también se ha visto afectado por fallas y altos costos de mantenimiento, lo que ha causado que muchas aerolíneas rusas se muestren reticentes a comprarlo.
Los ambiciosos intentos de Rusia de comercializar ampliamente el avión en el extranjero han sido infructuosos en gran medida, y los pocos clientes extranjeros han retirado gradualmente los Superjets del servicio.
(Con información de AP)
Fuente Infobae