“Para colmo nunca me voy a olvidar de eso. Enseguida escribió una canción: ‘Te vi que llorabas, te vi que llorabas por él”, contó anoche Lilian, en un documental que puso a llorar a América y que mostró a un Gustavo Cerati muy humano, muy familero y con un enorme sentido de la empatía y del humor.
BIOS, Vidas que marcaron la tuya, mostró además la furia creativa deGustavo, Zeta Bosio y Charly Alberti, los miembros de Soda Stereo, quienes no paraban un segundo con ensayos, giras, grabaciones y composiciones que ya son patrimonio de todos.
La cantante chilena Javiera Mena fue la encargada de entrevistar a los Cerati, una familia de clase media, afectuosa y admiradora del niño que nunca quiso soltar su guitarra
En pequeñas anécdotas y situaciones domésticas que nada tienen de impostado, donde participan desde las hermanas de Gustavo hasta los hijos y sobrinos, se llegan a notar las raíces de clase media de un artista que tuvo que dormir con dos hermanas porque su familia no podía acceder a una casa mejor.
“Yo a veces me despertaba, a las 2 de la mañana, y decía… ‘¿me parece a mí o hay música?’. Guacho, estaba tocando acá, en este sillón”. También, conteniendo la emoción, se referirá al doloroso episodio que derivó en Té para tres y el destino de Juan José, el padre.
Los Andes