Con el objetivo de fortalecer la red de seguimiento y atención post COVID-19, se realizó una reunión de trabajo encabezada por la ministra de Salud, Natividad Nassif y el subsecretario César Monti, de la que participaron directores de los hospitales Independencia, CIS Banda, Mama Antula, CepSI, Neumonológico; autoridades de las direcciones de Atención Médica, Atención Primaria de la Salud, Interior, Epidemiología, Salud Mental y responsables de los programas Sumar, Redes, Proteger y de Prevención de enfermedades cardiovasculares.
La atención de las personas que padecieron COVID y tuvieron algún tipo de secuela, se viene implementando desde los diferentes servicios de los hospitales; especialmente de aquellas personas que estuvieron internadas. Avanzando en esta línea, se fijó el objetivo de trabajar en red de forma coordinada, para la atención de los pacientes sin obra social que transitaron la enfermedad por COVID-19, tanto de forma grave como leve, y que posean aún síntomas persistentes.
La coordinadora de Salud Mental, Lic. Adriana Cortese, se refirió al trabajo en red para seguimiento post Covid. “La red de servicio post Covid cuenta con diferentes niveles de atención, desde el primer nivel hasta los de más complejidad que integran los hospitales. Se busca coordinar la atención para los pacientes que padecieron Covid-19 y realizar los estudios correspondientes de aquellos que poseen secuelas. Estas secuelas no son solamente respiratorias o cardiológicas, sino también existen secuelas de la salud mental y neurológicas con deterioros cognitivos”.
La red se activa cuando un paciente realiza una consulta telefónica al Equipo Integral de Asistencia, al número 385-5207867 o al mail sdeseguimientocovid@gmail.com.
Este servicio atiende de lunes a viernes de 8 a 18 hs. y está destinado a personas sin obra social, con o sin factores de riesgo, que hayan padecido COVID y se encuentren con los siguientes síntomas de forma persistente y que se presentan posteriormente de haber atravesado la enfermedad del Covid: tos seca persistente; falta de aire o agitación; taquicardia, dolor de pecho; ansiedad, angustia; fatiga, cansancio crónico.
La Lic. Cortese continuó refiriéndose al respecto “en primera instancia se lleva a cabo el triage telefónico con la valoración tanto de la salud mental como física y según este triage se define un turno para un posterior control en caso de ser necesario. Ya en el segundo control, de forma presencial, se realiza la valoración clínica y nutricional, laboratorio, radiografía de tórax, evaluación cognitiva y de la depresión y ansiedad, como de las actividades de la vida diaria. En caso de no detectar síntomas o signos que necesite el seguimiento, se procederá al alta del paciente”.
Luego de la reunión se brindaron detalles del circuito de atención. En este sentido, se realizará una clasificación de los pacientes de acuerdo a sus factores de riesgo y si tuvieron ingreso hospitalario durante la enfermedad causada por COVID-19. Si el paciente transitó la enfermedad en su hogar con síntomas leves y no posee factores de riesgo, se considera de riesgo y será atendido por el primer nivel de atención.
En caso de que el paciente haya tenido síntomas leves y cumplió el aislamiento en su hogar pero posee factores de riesgo, se considera de riesgo moderado, al igual que aquellos pacientes que tuvieron ingreso hospitalario pero sin condiciones de riesgo. Para las personas con riesgo moderado se realizarán controles y seguimientos desde UPAS que estarán en comunicación con la atención hospitalaria multidisciplinaria. Por último, se encuentran los pacientes de riesgo alto, que estuvieron internados y tienen factores de riesgo asociados, que serán atendidos en los hospitales por múltiples especialistas.