En un emotivo acto, el intendente Pablo Mirolo inauguró este la Plaza Educativa y Cultural «Mauricio Rojas», una obra imponente que fue diseñada con el objetivo de convertirse en un ícono de la ciudad.
El jefe comunal estuvo acompañado por los padres del pequeño Mauricio Rojas, quien a finales de los 90 se convirtió en un verdadero referente de las campañas a favor de la donación de órganos, hasta su fallecimiento.
Durante el descubrimiento de la placa recordatoria, el intendente resaltó la importancia de este espacio destinado al arte en todas sus formas, pero que además inmortaliza a un niño que fue ejemplo por su lucha.
También los padres de Mauricio expresaron su agradecimiento al jefe comunal y a todo su gabinete por este gesto que mantiene viva la memoria del pequeño.
La plaza se encuentra ubicada en Besares y Garay, donde se transformó un sector del ex Ferrocarril Mitre en un espacio totalmente parquizado que viene a jerarquizar un sector estratégico de la ciudad.
Esta obra forma parte del plan de mejoramiento y recuperación de los terrenos ferroviarios que fueron cedidos por la Nación al municipio, donde también se encuentra la Plaza del Vagón, el Gimnasio Municipal, la Casa del Bicentenario, el Patinódromo y el renovado Paseo Gabriel Ábalos.
Durante la ceremonia el mandatario aseguró que esta obra es, «un claro gesto de apoyo a todas las manifestaciones artísticas y culturales que son patrimonio de la ciudad y que forman parte de la identidad del bandeño”.
Este es uno de los motivos que llevó al Departamento Ejecutivo Municipal a otorgar un lugar de privilegio al Atelier Cultural Banda, una de las instituciones más tradicionales y reconocidas de la ciudad por su contribución al arte y la cultura.
Con el objetivo de posicionar este lugar como el epicentro de las manifestaciones, sociales y artísticas, se elaboró un atractivo diseño arquitectónico que incluyó un anfiteatro y un escenario, a lo que se suma un salón de usos múltiples y galerías para exposición en el edificio destinado al Atelier Cultural.
El entorno se complementa con la parquización, una fuente de agua, caminería, bancos y juegos infantiles.
Palabras de una madre agradecida
Esther Rojas, madre de Mauricio, durante el acto expresó con profunda emoción su agradecimiento por este reconocimiento al legado de su hijo.
“Gracias Pablo por este homenaje, porque Mauricio merecía esto y mucho más. Conocí a muchos políticos a lo largo de este camino, pero ninguno me abrió el corazón como lo hizo Pablo Mirolo, porque él entendió que yo como madre no podía seguir pidiendo el lugar que mi hijo se merecía”, dijo.
Recordó luego que el pequeño que falleció con apenas 9 años, era un niño lleno de felicidad, alegría y que a pesar de su enfermedad “él quería dar vida”.
“Mi hijo se fue temprano, dejó muchos sueños. Me considero guerrera de ley, porque nada podía hacer que claudique mi lucha por Mauri. Pablo fue generoso. Él me dijo que esta plaza llevaría el nombre de Mauricio y cumplió su palabra”, dijo embargada por la emoción.