«Sé la salvación del alma mía»

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1902

Por Facundo Galledo. Especial para LA BANDA DIARIO

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (2,41-51)

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.

Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía.

El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.

Palabra del Señor

Comentario

¡Feliz día del Inmaculado Corazón de María! Que esta gran Señora nos proteja siempre con su corazón traspasado por la espada de dolor, que el fuego de su amor incendie nuestras vidas, y que las flores puras que lo decoran sean nuestra pureza de espíritu para poder ver a Dios.

La devoción al Inmaculado Corazón de María nació gracias al movimiento del sacerdote san Juan Eudes, en Francia, en el siglo XVII; y fue propagado hacia todo el mundo luego de las apariciones de Fátima, en las que la Virgen María pedía que todo el mundo se consagrara a su Inmaculado Corazón.

El Inmaculado Corazón

La imagen del Inmaculado Corazón de María es muy significativa, y está llena de cercanía y ternura. En primer lugar, resaltan las rosas blancas que lo rodean. Ellas significan la Inmaculada Concepción y la virginidad perpetua de María, toda pura y entregada a Dios.

En segundo lugar, encontramos el fuego, que arde de amor por Jesucristo y por las almas de nosotros, sus hijos muy amados. Ese fuego irradia ternura y pureza: es la llama donde se prende el incienso de nuestras oraciones, y el perfume que lo hace cada vez más agradable al Señor.

Por último, tenemos la espada. Algunas representaciones de la Virgen la muestran con siete dagas incrustadas en su Corazón, que significan los siete dolores de la Virgen: la profecía de Simeón, la huida a Egipto, la pérdida de Jesús en el Templo, el encuentro con su Hijo antes de ser crucificado, la muerte de Jesús, el descendimiento de la cruz y la sepultura.

De igual manera, que el corazón de la Virgen María esté traspasado por una espada de dolor representa su íntima unión al sacrificio de Jesús, no sólo como una madre llora por su hijo, sino como verdadera corredentora nuestra.

Que este día especial sea para nosotros una oportunidad de cambio en nuestra vida cristiana: que aprendamos de este Corazón Inmaculado a tener intenciones rectas, miradas limpias, sentimientos puros, obras buenas, unión con Dios, paciencia, fortaleza, fuego y paz. Y que nuestra Madre, que nos lleva siempre en su Corazón Inmaculado, nos alcance de Dios la gracia que más necesitemos en este día.

Inmaculado Corazón de María… sé la salvación del alma mía. ¡Amén!

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