Christopher y Theresa Lockhart eran miembros activos de la comunidad de Portage, en Estados Unidos, y cuando en mayo pasado Theresa desapareció muchos veían imposible que Christopher fuera sospechoso a pesar de que las autoridades policiales dudaran de su testimonio.
Pero ahora la historia dio un giro completo ya que el hombre se ahorcó, confesó el asesinato de su esposa y dejó un mapa con la ubicación del cadáver de Theresa.
En la carta que estaba junto al cuerpo de Christopher explicaba que él y su mujer tuvieron una discusión el pasado 18 de mayo y que en un momento dado él simplemente “perdió el control”.
El hombre llevaba tres meses portando un chip electrónico por haber sido detenido mientras conducía en estado de ebriedad. Por ello debía presentarse regularmente ante las autoridades y su ausencia generó que la policía se presente en su domicilio y así encontraron su cuerpo.
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